Después de muchos años e intentos fallidos, incluyendo una cancelación de último minuto por los paros universitarios del 2011 que alargaron las clases hasta finales de Enero, el pasado de 3 de Septiembre finalmente cumplí el sueño de ir a Estados Unidos a ver la NFL. Las entradas eran para el 14 del mismo mes, pero son detalles.
Mi primera parada fue Miami. Al subirme al auto que arrendamos, lo primero que escucho es la radio relatando el cuarto partido de pretemporada de los Dolphins. Al llegar al hotel, habían dos pantallas gigantes mostrando partidos. Luego en la noche fui a un pub, era el fin de semana en que partía la temporada de colegial, que tenía fácil 15 teles y mostrando 6 o 7 partidos inaugurales. Para alguien que le gusta el futbol americano, era el mundo ideal.
Lo más divertido es que en Miami no son tan fanáticos porque son bien chaqueteros, lo que fue confirmado por gente de allá. Más al norte, como en Philadelphia o Green Bay, son los verdaderos hinchas.
Una cosa que me llamó la atención, que también lo vi en Atlanta, es que los gringos son fanáticos del futbol americano colegial igual o quizás más aún que la NFL. En todas las tiendas vendían la ropa de los Gators, los Hurricanes o de los Bulldgos (de Georgia). Al parecer, lo que me contaba un amigo que vive allá, la universidad de la cual eres es muy importante y llevan la camiseta para donde vayan orgullosos contando en cual estuvieron.
Mi experiencia en Miami no fue más que eso, ya que el día que llegué se terminaba la pretemporada y luego me iba a la playa por 7 días para volver luego a Atlanta.
Al contarle a la gente que en Chile que iba por un día a ver un partido de NFL, salvo probablemente los que lean esta columna que seguro lo harían, me dijeron que estaba loco. Cuando pasé Policía Internacional en Miami, el agente de la aduana tampoco lo entendía mucho, pero al menos me dejó pasar. Cuando salgo de la manga del avión, me di cuenta que claramente no era el único. Gente con la polera de los Eagles caminaba por todos lados con maletas chicas para llegar a ver MNF. Después lo confirmé en el estadio, con muchas personas usando las poleras de McNabb, Westbrook, Cunningham y muchas leyendas de Philadelphia más que las poleras actuales.
Después de llegar al hotel y dejar las cosas, que quedaba como a 1-1,5 kms del estadio, lo cual era muy agradable, nos fuimos caminando al estadio. A los 100 mts ya encontramos a las primeras personas, a las cuales se iban uniendo cada vez más. Es impresionante como prácticamente ninguna persona iba sin alguna polera de sus respectivos equipos. No solo eso, varios andaban con las de un equipo que no jugaban ese día (como no se me ocurrió pensé!!). A eso se le sumaba que varios ya iban medios borrachos al estadio y no le apuntaban a dos pasos sin irse para el lado. En general, todo el ambiente muy agradable. Aun cuando era en Atlanta, la gente de Philadelphia se hacía sentir cada ciertos metros con sus gritos característicos. También llamaba la atención que iban todos caminando uno al lado del otro gritando por su equipo, pero no se dirigían la palabra para un “trash talk”, calentar los ánimos o por último una talla.
Al llegar allá, habían muchos puestos para comer y juegos que eran casi como de la feria del pueblo. No estaban las famosas personas que llegan en su motor home a parrillar, medio difícil porque es en la mitad de la ciudad y no hay estacionamiento, pero que también me contaban esto si sucede en otros estadios (incluso en partidos colegiales).
Después de una espera (todos llegan encima del partido) pudimos correr a nuestros asientos a ver las entradas de los equipos y obviamente el himno. Me llamó la atención que toda la gente que no les gusta la NFL preguntaban quien cantaba y bueno, ¡no tenía idea y tampoco me interesaba, jajaja! En resumen, salen soldados llevando una bandera del porte de la cancha, literalmente, y todo el espectáculo al cual estamos acostumbrados. Solo puedo decir que si en la tele se ve emocionante, en vivo es mucho mayor.
Luego partió el primer MNF de la temporada. Nos percatamos de que estábamos rodeados de Eagles y, en particular, al lado de quizás los más fanáticos de todos. Al lado mío había un muchacho con la barba pintada que le gritaba a la gente de los Falcons todo el partido, pueden ver el video de la intercepción donde se vuelve loco, y casi se agarra a combos con un muchacho de 6 filas más adelante. Al final todas esas cosas quedan en nada.
Lo que más me impresionó de ir a verlo es la velocidad con que todo ocurre. Si ustedes creen que en la tele se pasa rápido, en el estadio no te das cuenta cuando estás en el 4Q. Hay pantallas grandes en todos lados, por lo que después de cada jugada la revisas en la pantalla, vuelves a mirar la cancha y ya están formados para la siguiente jugada. Entre los tiempos muertos comentabas con la gente de al lado lo que iba pasando en el partido y ni te dabas cuenta lo rápido que pasaba todo. Hablando de velocidad, impresionante lo rápidos que son jugadores como Sproles o Julio Jones.
Así pasó la primera mitad con Atlanta pasando una aplanadora a los Eagles. Para vivir la experiencia completa, fui a la tienda oficial del estadio, nos compramos algo para comer y tomar. Gastos muy innecesarios (ni siquiera teníamos hambre), pero que había que hacer simplemente.
Volviendo a la 2 mitad, de entrada los Eagles se metieron en el partido con una intercepción y luego un TD de Murray. Bradford empezó a dominar y poco a poco los fanáticos de Philadelphia se empezaron a comer a los de los Falcons. Se dejaron de escuchar los comentarios y gritos constantes de los locales para ver como no podían evitar que los visitantes se acercaban.
Así llegando al último cuarto los Eagles, con sus fanáticos en éxtasis, llegaron con la opción de un gol de campo para ganar el partido. El gran error del partido, para mí, vino en esta jugada de parte de Chip Kelly. En un 4 & 1, no se decidía a jugársela o patear un gol de campo. En estos segundos perdidos, sin pedir un “timeout”, el pateador de los Eagles salió apurado y perdió el intento que los hubiera puesto adelante por dos puntos.
Aun así, los Eagles tuvieron la opción hasta que Matthews dejó una escapar un buen pase de Bradford, los Falcons la interceptaron y el estadio simplemente explotó.
Algunos comentarios del partido, de cosas sin mucha importancia y del juego en general:
· Siempre me ha llamado la atención lo complejo que es este juego, pero en vivo es impresionante. El tiempo que dura cada jugada y la velocidad en cada una al principio te pierde. No sabes que mirar o a quien en cada jugada al principio, al contrario de la tele donde tienes una cámara al QB o cuando el corredor parte.
· Julio Jones es simplemente una bestia. Después de perder el duelo inicialmente con Maxwell, no podían pararlo. Viendo su porte y velocidad, solo queda decir que es un fenómeno.
· Después de llegar al hotel, leía un resumen en la página de la NFL donde decía que el Georgia Dome estuvo hirviendo todo el partido. Me pregunté si esa persona estaba en el estadio o quizás donde yo estaba no era así, pero muchas veces los gritos de los Eagles callaban a los de Atlanta. Y salvo cuando había jugadas grandes, no había mucho ruido.
· Hablando de ruido, impresionante como se calla el estadio cuando está la ofensiva local.
· En el “sideline” donde están los entrenadores y los 53 jugadores activos, cuando muestran en la tele siempre hay gente hablando todo lleno o en constante movimiento. En la realidad, era todo lo contrario. Todos los jugadores muy tranquilos, muy pocos sentados y ni siquiera se veía tan lleno. Pese a ser 50 personas aproximadamente en las líneas, se veía todo bastante tranquilo.
· Bradford en la segunda mitad fue, como dije antes, verdaderamente dominante. No podían parar sus pases y la velocidad de la ofensiva de Chip Kelly. Leí muchas críticas y burlas al QB de los Eagles después del partido, pero hay que tener en cuenta que no jugaba un partido oficial en casi dos años. No es fácil volver al ritmo de juego de la NFL después de tanto tiempo. Si bien tuvo un mal segundo partido, creo que va a rebotar y terminará con una buena temporada.
· Que increíble todo lo que puede cambiar un equipo con un entrenador distinto. Con Mike Smith, los Falcons eran un equipo sin carácter y eran catalogados de blandos. Con Dan Quinn corrieron relativamente bien la pelota y la defensiva se vio por ratos realmente bien, pero la línea ofensiva fue el punto alto para mí. Lo repitieron en un segundo partido, quien sabe si los Falcons serán una de las sorpresas esta temporada.
Antes de ir a EEUU, había leído que la zona del estadio era muy peligrosa de noche, pero afortunadamente muchas de las personas salían caminando y nos fuimos con un grupo grande hasta el hotel sin problemas. Pese a que había gente de ambos equipos y los Falcons estaban vueltos locos, nuevamente nadie se dirigía la palabra. Una gran muestra de civilización.
Termino diciendo, y obviamente recomendando, a cualquier persona fanática de este deporte que tienen que ir a ver un partido alguna vez! Es algo que no pueden dejar de hacer, aun cuando tengan que ahorrar mucho tiempo. Es todo lo que se imaginan y mucho más aún.
Por Christopher Holmes
@cholmess
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