¡Qué bonita es la NFL! Hace apenas un mes estábamos divagando acerca del posible 16-0 de los New England Patriots y en apenas este lapso de tiempo no solo se ha esfumado esta posibilidad, (llevan dos derrotas qué fácilmente podían ser tres si no es por un tal Tom Brady), sino que se están viendo como un conjunto terrenal, capaz de perder cada domingo. Estas cosas solo pasan en una competición como esta, prácticamente imposible de predecir. Nadie esperaba este inicio tan malo de los Pats, que han pasado de ser un equipo invencible a verse superados por casi cualquier rival.

Y todo esto con un ataque que está funcionando muy bien a pesar de las bajas con las que cuenta. Brady sigue al mismo nivel de siempre, Gronkowski ha vuelto a ser el arma de destrucción masiva que todos conocemos y el backfield en comité está respondiendo cuando se le necesita. Pero es que amigos, la defensa está siendo un absoluto desastre, de largo el peor grupo a día de hoy en toda la liga, y algo así hace mucho, mucho tiempo, que no se veía en Foxboro.

Mucho se habló de la ausencia de pass rush antes de comenzar el curso, e incluso se sigue comentando. Cierto que están faltos de una figura que aterrorice al quarterback rival en cada snap, pero la línea defensiva se las está apañando de una u otra forma para colapsar el pocket. No llevan una gran cantidad de sacks, a día de hoy son ocho las capturas que han sumado, pero no solo con sacks se mide esta faceta. De hecho, yo culparía más a la DL de no ser capaz de frenar el juego de carrera que de no presionar al QB. Están teniendo serios problemas para cerrar los gaps, la línea de linebackers no ayuda y esto desemboca en unas muy dolorosas 5,1 yardas permitidas por acarreo.

Sin embargo, el mayor de los males está atrás, en la capacidad para detener el juego aéreo o mejor dicho, en la incapacidad. En este apartado lideran la liga negativamente en los apartados más importantes: 11 TD recibidos, 1.296 yardas encajadas y 8,6 yardas permitidas por intento de pase. No me gustaría ser en este momento un jugador de esa secundaria y tener que dar la cara ante un Bill Belichick que debe echar bilis por la boca cada vez que entra al vestuario.

En esta jugada vemos un error garrafal de un experimentado safety como es Devin McCourty. Es una defensa zonal Tampa-2 en la que los dos safeties deben cubrir el tercio de la zona profunda junto a cada sideline, mientras que el tercio central debe quedar a cargo de un linebacker. McCourty se olvida de esto y salta a la ruta post del tight end, dejando toda la zona lateral completamente libre para que el receptor reciba y vuele hasta la endzone sin oposición.

El bajón de nivel que ha pegado McCourty es alarmante, nunca se le había visto tan flojo desde que fue reconvertido a safety. Sus lecturas y decisiones están siendo malas y la falta de sintonía con sus compañeros es notoria, sobre todo con el recién llegado Stephon Gilmore. El ex cornerback de Bills no termina de asentarse en los esquemas de Patriots, se le está viendo completamente perdido y lo que es peor, está provocando que el resto de jugadores de la secundaria parezcan peores de lo que son.

En la siguiente secuencia los Patriots defenderán en individual (Cover-1), cada posible receptor de Panthers tiene asignado un defensor. Podemos ver como el WR situado más a la izquierda realiza un motion hacia la sideline contraria, siendo Gilmore, el defensor que estaba asignado con este jugador, el que debe seguirle. Gilmore duda, hace dudar a McCourty y al final son los dos los que se desplazan, de manera que cuando salta el snap el WR que tenía asignado el safety está completamente solo. Finalmente la jugada es una screen para el running back el cual tiene vía libre para anotar el touchdown.

Como estamos pudiendo ver, el equipo de Massachusetts es también un auténtico especialista en encajar big plays. En cada encuentro se comen varias jugadas de gran yardaje que si no terminan en anotación dejan al contrario muy próximo a la goal line. Si Belichick y Matt Patricia, coordinador defensivo, quieren recuperar la defensa, deben partir por eliminar este tipo de acciones, o por lo menos tratar de que no sean tan recurrentes.

A continuación veremos otro big play encajado contra Panthers. Situación a falta de un minuto para llegar al descanso en el que los Patriots dan todas las facilidades para anotar. Nuevamente, será Gilmore quien cometa un error catastrófico en una defensa individual Cover-1. En esta ocasión, se confunde de asignación, olvidando por completo al receptor que debía cubrir (Benjamin), el cual recibe y deja a su equipo dentro en redzone (dentro de la yarda 20).

Como no todos los palos podían recaer en Gilmore, hay otro jugador que me llama especialmente la atención en relación a los problemas que tiene en cobertura. Se trata del linebacker Kyle Van Noy, quien está teniendo problemas muy graves cuando debe contribuir en esta tarea. Lee muy mal las situaciones de juego, además es lento y toma malos ángulos a la hora de defender los pases. Todo ello lo podemos ver en la siguiente jugada. Aquí no solo decide tratar de deflectar el lanzamiento en lugar de asegurar el tackleo, sino que su posicionamiento previo al snap es horrible teniendo en cuenta que debía hacerse cargo del running back, cuya ruta será a la flat de la izquierda.

Si os habéis fijado, hay un detalle común en muchas de las jugadas que acaban siendo un desastre para la defensa de Pats. Cuando el ataque rival manda una formación bunch (tres receptores o más alineados muy juntos), generalmente tras motion de alguno de ellos, la defensiva es un auténtico caos. Estas formaciones se usan generalmente para atacar defensas individuales en press (defensor pegado al atacante) y así crear confusión y poder facilitar que los WR ganen algo de espacio tras el snap, algo que es realmente fácil de conseguir contra New England hoy por hoy.

Un ejemplo más del daño que les hacen estas formaciones bunch. Motion de uno de los receptores de la derecha para situarse en bunch en el slot de la izquierda. De nuevo confusión en las asignaciones, esta vez entre McCourty y Eric Rowe y como no podía ser de otra manera un receptor solo recibiendo en la endzone. Touchdown muy fácil.

Solo llevamos cuatro semanas de competición, por lo hay tiempo de sobra para reinvertir esta situación. No obstante, las sensaciones no pueden ser peores y más allá de los problemas individuales, es esa falta de entendimiento entre los jugadores lo que llama la atención en un equipo que por lo general controla hasta el más mínimo detalle. El trabajo que tienen por delante no va a ser fácil, aunque si alguien puede levantar esto, ese es Belichick. Hasta entonces, y después de muchos años, las alarmas de la Estrella de la Muerte estarán sonando.

Por Stéfano Prieto

@Stefano_USA

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