Si hay algo con lo que asociamos la franquicia de Chicago Bears, y para este ejercicio saquémonos de la cabeza estos últimos años grises, es sin lugar a dudas con la dureza defensiva. Los buenos equipos históricos de Chicago han estado marcados por contar con defensas que llevaban hasta el límite la legalidad en el juego y que tenían como marca registrada el hecho de machacar rivales. Sin ir más lejos, diez de sus defensas están consideradas como las más sucias de la historia, algo de lo que a buen seguro se sienten orgullosos en la Ciudad de Viento.

Todos tenemos presentes la defensiva de Lovie Smith de principios de siglo comandada por el gran Brian Urlacher y recordaremos, o por lo menos habremos oído, a los legendarios “Monsters Of The Midway” de mediados de la década de los 80, abanderados por “El Coronel” Richard Dent y “El Samurai” Mike Singletary, ambos miembros del Salón de la Fama y dirigidos magistralmente por el gran coordinador defensivo Buddy Ryan. Este equipo ganó la Superbowl de 1985 destrozando contrarios, liderando todos los apartados estadísticos defensivos y concediendo tan solo diez puntos en los tres partidos disputados durante los playoffs.

Pero estos Bears de 1985 no fueron los primeros en recibir el ápodo de “Monsters Of The Midway”, sino que ellos lo recuperaron del desaparecido equipo universitario Chicago Maroons de la propia ciudad. Este conjunto de football universitario de finales del siglo XIX y principios del XX fue uno de los miembros fundadores de la ahora archiconocida Big Ten, primera conferencia deportiva interestatal de los Estados Unidos y de la cual ganaron siete títulos, dirigidos por el entrenador Amos Stagg de quien se ha escrito que ha sido una de las personas más influyentes en lo que es hoy en día este deporte y quien era, como no, otro apasionado de las defensas que juegan al límite.

Hecha esta pequeña reseña histórica centrémonos en lo que he venido a tratar de explicar hoy aquí. Y es que los actuales Chicago Bears están en el buen camino para recuperar toda esta tradición de contar con defensivas que lleven en volandas a los suyos. Y el culpable en este caso no es otro que Vic Fangio, coordinador y gurú defensivo que ha hecho funcionar todos los equipos que ha dirigido hasta el momento y quien después de tres años trabajando en Chicago parece haber dado con la tecla.

Para ser justos debemos dejar claro que la temporada pasada no hay que tenerla en cuenta, puesto que a pesar de empezar a mostrar destellos de lo que esta defensa podía ser, término cayéndose debido a una plaga de lesiones que asoló la plantilla. Este año han recuperado a casi todos los efectivos, además de hacerse con nuevas piezas tanto en agencia libre como en el draft, y después de varias semanas podemos decir que esta defensiva está tomando tintes de ser muy pero que muy grande.

Personalmente tenía pocas dudas acerca del front seven, el cual Fangio sabe usar a la perfección y en el que además cuenta con piezas que se adaptan como anillo al dedo a sus esquemas. Una de las figuras que está cumpliendo con la expectativas que tenía antes de que arrancara el curso no es otro que Eddie Goldman. Seguramente sea un desconocido para muchos pero este nose tackle ha dado un paso de gigante en su tercer año como profesional. Fue una de las bajas que tuvo el equipo en 2016 viendo así como se estancaba su crecimiento, pero esta campaña ha regresado y lo ha hecho a un nivel muy alto. Está siendo el verdadero bastión en la labor de parar la carrera rival siendo muy inteligente a la hora de atacar los gaps saliendo desde 3-point stance (una mano apoyada en el suelo).

En la siguiente jugada veremos cómo situándose en 2-tech (frente a guard) logrará parar una QB Power en 4&1. Realiza un get-off bastante explosivo (salta rápido en cuanto empieza la jugada) para después, y gracias al gran uso de las manos que posee, desprenderse de su bloqueador y llegar al quarterback antes de que sobrepase la línea de primero y diez.

Los Bears son además uno de los equipos que más presión consigue meter al quarterback, estando séptimos en el apartado de sacks conseguidos. En los dos últimos enfrentamientos han sumado ocho y en concreto este último domingo, frente a Panthers, sumaron cinco de ellos y vivieron constantemente dentro del pocket de Cam Newton, consiguiendo la friolera de 23 presiones en 43 jugadas de intento de pase.

Aquí son dos nombres los que destacan, Leonard Floyd y Akiem Hicks. El segundo está teniendo de largo su mejor año desde que debutó en la liga mientras que Floyd, después de una temporada rookie algo titubeante, está respondiendo a su selección global número 9 en el draft de 2016. Este dúo representa la mayor amenaza a la hora de golpear quarterbacks pero otros jugadores como Pernell McPhee, el propio Goldman o Willie Young también están contribuyendo

A continuación veremos dos situaciones del encuentro frente a Panthers en las que consiguieron un sack cada uno de estos dos jugadores mencionados. En la primera situación Floyd “simplemente” necesita hacer gala de su potencia y mediante un bull rush se lleva por delante al tight end (suicidio colocar frente a él a alguien que no sea un liniero ofensivo) y termina llegando fácil a Newton. En la segunda secuencia veremos a un Hicks inmenso, capaz de moverse a lo largo de la línea con una soltura inusual para alguien de su envergadura. Después de un intento de stunt fallido con el jugador que le acompaña en el interior de la DL, tiene que hacer frente al contacto de hasta tres jugadores de la línea ofensiva antes de llegar al QB. Jugadón.

Vayamos a la unidad que se sitúa justo por detrás, la de linebackers. Aquí nos encontramos con una figura sobre la que siento una especial predilección (que me perdone Davante Adams) como es Danny Trevathan. El inside linebacker es uno de esos jugadores que no se lleva apenas ningún foco pero que está en todas. Está completando una gran temporada, yendo de menos a más y sobreponiéndose a la situación de tener que jugar solo en el medio de la defensa durante gran parte de los partidos. Posee una enorme inteligencia y eso le hace anticiparse a lo que va a suceder en la jugada y es a ciencia cierta uno de los mayores culpables de que esta defensa apenas haya recibido tres touchdowns en lo que va de mes. Cuando regrese Jerrell Freeman de su lesión formarán una de las mejores parejas de ILB de toda la NFL, poniendo así la guinda al delicioso pastel.

En el video de arriba podemos observar dos situaciones muy parecidas en las que Trevathan hace una lectura perfecta de lo que está sucediendo delante de él. En la primera de ellas los Panthers están alineados con una formación pesada (personnel 13) tratando de simular que van a correr. Cuando parte el snap el QB juega un RPO (run pass option) decidiéndose quedarse con el ovoide para soltar el pase a la ruta slant del tight end número uno. Trevathan, aunque da un primer paso hacia delante, rectifica a tiempo quedándose delante de Newton y obstaculizando así la línea de pase. En la segunda secuencia Trevathan estará encargado cubrir al running back si es que sale en ruta para recibir. Sin embargo, este se queda en la línea bloqueando, Trevathan lo lee y no duda en entrar al pass rush y conseguir el sack. Esta situación se conoce como green dog y Trevathan la maneja muy bien de su etapa en Broncos bajo el mando de Wade Phillips.

Que el front seven tenía que funcionar era casi una obligación, pero lo que nadie esperaba es que la secundaria fuera rayar al nivel que lo está haciendo. El front office sorprendió a propios y extraños en la pasada selección colegial escogiendo un solo defensive back, además que este no llegó hasta cuarta ronda. Lo lógica decía que debían reforzar una de las unidades más necesitadas del equipo más aun teniendo en cuenta que están encuadrados dentro de una división donde juegan dos de los equipos que más atacan por vía aérea de toda la liga como son Packers y Lions.

La jugada de momento les está saliendo genial y si bien es cierto que tener un front seven potente ayuda mucho a que la secundaria haga su trabajo, la realidad es que esta unidad está jugando a un muy buen nivel por sí sola. La elección de cuarta ronda a la que hacía referencia en el párrafo anterior fue destinada al safety de Alabama Eddie Jackson, un jugador con mucho talento pero que vio como bajó una barbaridad su stock debido a una lesión. Jackson no ha defraudado a la confianza otorgada por la franquicia y se está mostrando como uno de los mejores rookies defensivos, confianza que también se ha trasladado al staff siendo el jugador defensivos que más snaps ha disputado (462 de 464).

En la mente tenemos los dos highlights del último partido que terminaron en retornos para touchdown, uno después de recuperar un fumble y otro tras conseguir una intercepción. Su velocidad está fuera de toda duda pero esta no solo le sirve para lograr retornar con gran habilidad. Yo os voy a poner una jugada en la que podemos verle plenamente en acción, haciendo gala de dicha velocidad para llegar a deflectar un pase que terminará en intercepción de un compañero, pero en la que también podemos observar como el free safety es capaz de anticiparse al quarterback y adivinar hacia dónde va a lanzar.

Visto lo que Jackson es capaz de hacer, centrémonos en el que para un servidor ha sido el mejor jugador hasta ahora de la defensa de Bears. El cornerback Kyle Fuller es otro que ha regresado después de estar un año completo en el dique seco y lo ha hecho entrando por la puerta grande. El que fuera también primera ronda (draft de 2014) se está posicionando como uno de los mejores cornerbacks de esta campaña. Está jugando a nivel Pro Bowl y aunque hasta ahora lo han buscado mucho los quarterbacks, a buen seguro que cada vez se pensarán más si es buena idea lanzar hacia su lado. Está siendo un completo cerrojo en el juego aéreo pero también está haciendo gala de sus buenas dotes para taclear y para apoyar en la amenaza terrestre.

En el último video de esta pieza podemos ver dos jugadas completamente distintas pero ambas rotas por Fuller de manera magistral. En la primera, Panthers jugará un zone read en la que Newton decide quedarse con la posesión y ser él quien corra con el balón. Fuller lee muy bien la situación, evita fácilmente su bloqueador y detiene al quarterback antes de que sobrepase la línea de scrimmage. En la segunda situación se trata de una jugada de pase. Fuller está en defensa individual frente al receptor, jugando en cushion (separación respecto al atacante). El WR jugará una ruta comeback a la que Fuller reacciona perfectamente llegando a tocar el pase y provocando así una intercepción.

No quiero generar falsas expectativas y hacer creer que los Bears son un equipo de playoffs. Sufrirán debido a que en ataque tienen grandes carencias y con él sufrirá la defensa, pero esta les llevará a luchar en muchos encuentros y seguramente a lograr un número de victorias que hace un mes y medio era inimaginable. El dominio que ejercen en los ataques rivales cada vez es más latente y da lo mismo el tipo de ofensiva que se ponga enfrente, ya sea una más tradicional como la de Ravens hace dos jornadas o una más dinámica y sobre la que se debe trabajar con gran disciplina como la de Panthers. Hay un dato que es absolutamente una locura y es que en los últimos 9 cuartos jugados, en los que en total han enfrentado 28 posesiones, no han permitido un mísero touchdown. En Chicago ya tienen más motivos para sonreír aparte de Trubisky y es que una nueva silueta de os Monsters Of The Midway empieza a vislumbrarse en el horizonte.

Por Stéfano Prieto

@Stefano_USA

About Author

Comments

comments