Gracias a la paliza de los Steelers el día de ayer, finalmente todos durmieron un poco más temprano un domingo. Ante un equipo contendiente como Pittsburgh y de visita, no puedes darte el lujo de tener un inicio tan malo como el del día de ayer. Los Chiefs estaban 0-22 cuando terminó el primer cuarto y el partido ya estaba acabado. La ofensiva de Kansas City es de posesión y no tienen el personal para remontar resultados de esta forma. La defensiva que venía de interceptar 6 veces a Fitzpatrick fue quemada una y otra vez por Antonio Brown y compañía. Big Ben tuvo un día tranquilo y tiro la misma cantidad de pases incompletos que TD. La defensiva de los Steelers también venía de un muy mal partido y entraron encendidos causando dos pérdidas que terminaron en dos anotaciones. Algunos estaban matando a los Steelers la semana pasada y esta lo harán con los Chiefs. Tal como se vio ayer, hasta los grandes equipos tienen partidos malos de vez en cuando.

La mayor razón de alegría para Pittsburgh fue la vuelta de LeVeon Bell después de una suspensión de 3 partidos. Ayer recordamos por qué es considerado uno de los mejores corredores de la liga cuando está sano. Sus cambios de ritmos son excepcionales. Va corriendo, frena casi completamente, espera a ver dónde hay un espacio y acelera como nadie en la liga. Ante una buena defensiva, superó las 150 yardas totales. Como decía anteriormente, su problema es mantenerse dentro de la cancha. Si sigue jugando en enero, nadie va a querer jugar contra este equipo en playoffs.

Hablando de otro equipo que tuvo un mal partido, pero sacan cuentas alegres son los Patriots. Terminaron 3-1 sin Brady y se terminó la injusta suspensión de 4 partidos. Hay que ver cómo vuelve después de estar sin entrenar tanto tiempo, pero la buena noticia es que juega contra el único equipo que no ha ganado en la liga: los Browns. Ayer Julio Jones tuvo un partido histórico donde se anotó con 300 yardas por aire. Los Falcons entregaron una cantidad importante de selecciones de draft para intercambiar puestos con un equipo y tomar a Jones. ¿Quién era ese equipo? Los Cleveland Browns. Hay franquicias que no tienen respiro. Inicialmente volvía Josh Gordon esta semana, pero volvió a un centro de rehabilitación y su carrera, al menos en Cleveland, está prácticamente acabada. Una lástima para un jugador con un talento como el de Gordon.

En el partido del asiento caliente en Londres, los Jaguars ganaron y Bradley se puede sentar tranquilo por unas semanas al menos. Luck tuvo la oportunidad de darlo vuelta, pero la defensiva aguantó. Era el clásico partido que hubieran perdido en otros años. La AFC Sur es, a mi gusto, la división más abierta de todas y los Colts perdieron una buena oportunidad para mantenerse a un partido de los Texans. Muchos dardos apuntan a Chuck Pagano, pero el nivel de talento en el equipo es muy pobre. Sigo sin entender cómo le extendieron el contrato a Ryan Grigson con todos los errores que ha tenido. Es la misma persona que mandó una selección de primera ronda por Trent Richardson a los Browns. La fiscalía descansa.

En la previa de la semana pasada, comenté que tanto Panthers y Cardinals tenían partidos muy difíciles ante equipos que se veían, en el papel, inferiores. Ambos no pudieron sacar el partido adelante y se encuentran 1-3, mientras que los equipos que les ganaron están 3-1 y liderando sus respectivas divisiones. Los Panthers fueron destrozados por Matt Ryan, Julio Jones y el resto de la ofensiva. Cuando se veía que Carolina podía remontar, un pick six cerró el partido definitivamente. Cam Newton salió con una conmoción cerebral y tuvo que terminar Derek Anderson el partido. El último MVP ha recibido una cantidad brutal de castigo este año y era inevitable el resultado. Sin embargo, la culpa no recae toda en la ofensiva. La unidad que está en gran parte en deuda es la secundaria de los Panthers. El domingo enfrentaron a la primera ofensiva explosiva en su calendario y fueron quemados durante todo el partido. Ryan terminó con más de 500 yardas en tan solo 37 pases. El margen de error se empieza a achicar y necesitan volver a ganar pronto.

Por el lado de los Cardinals, Carson Palmer sigue con partidos discretos desde los playoffs del año pasado. El nivel del QB de Arizona es, para mí, la razón de la baja de esta ofensiva. El año pasado fueron una de las unidades más explosivas y consistentes en la liga. Este 2016 han anotado 21 puntos o menos en 3 de 4 partidos. Palmer tiene 3 TD contra 5 Intercepciones en esos partidos. La línea ofensiva tiene problemas protegiendo a Palmer, pero tampoco está soltando tan rápido como debería la pelota. Para peor, salió con una conmoción cerebral el domingo. Esta semana es corta al tener que jugar el jueves contra los 49ers de visita, poniendo su presencia en el partido como algo bastante improbable. Los partidos divisionales son siempre complicados y San Francisco es otro equipo de local.

Ryan Fitzpatrick demostró otra vez por qué nadie lo contrató en la agencia libre pese a estar disponible tanto tiempo. La razón es que su nombre es Ryan Fitzpatrick y no Tom Brady o Peyton Manning. En los dos últimos partidos, Pickpatrick ha tirado 9 intercepciones. De esas, 7 son en el último cuarto. Cualesquiera sean las características que prefieran en un mariscal, jugar en tu nivel más bajo cuando más importa no es una de ellas. El talentoso equipo de los Jets está 1-3 y gran parte de eso se debe a Fitzpatrick. De hecho, su tackle izquierdo por años D. Ferguson se retiró en medio de rumores de que le pidieron que bajara su sueldo para traer de vuelta al QB en ese entonces en la agencia libre. Ahora tienen a un QB que les ha costado los últimos dos partidos y no puede evitar entregarle la pelota al equipo contrario. No es que tengan muchas opciones o si quieren recurrir a Geno Smith, pero en este momento lo deben considerar seriamente. Para peor tienen partidos en Pittsburgh, en Arizona y contra Baltimore en las próximas 3 semanas. Podrían quedar fuera de la carrera antes de que llegue la segunda mitad de la temporada.

Cuando pensaba que Mike McCoy salvaría el año y entrenadores como Rex Ryan o Gus Bradley estaban más complicados, no pudieron cerrar el partido en dos semanas seguidas. El del domingo es el tipo de partidos que terminan costando trabajos. Los Chargers estaban arriba 34-21 con poco más de seis minutos por jugar. Primero, Melvin Gordon tiene un fumble que termina en TD de los Saints pocas jugadas después. La serie siguiente, mismo resultado solo que con Benjamin soltando la pelota. Aun así, los Chargers tenían tiempo suficiente y necesitaban solo un FG para ganar. Primero capturaron a Rivers. Luego, el centro soltó la pelota cuando su QB no estaba listo. En tercera oportunidad y más de 20 yardas por avanzar, Rivers lanza un pase perfecto que su receptor la deja caer. Todas las jugadas anteriores son síntomas de un equipo mal entrenado, especialmente cuando ocurren semana tras semana. Los Chargers deberían estar mejor que 1-3 y eventualmente el entrenador será apuntado como el responsable.

Previa semana 5

El jueves nos tocó ver como un buen equipo de los Bengals dominó a los Dolphins y especialmente a Ryan Tannehill. El resultado es engañador, ya que si no es por un pase a Stills donde la cobertura se perdió este hubiera sido un partido mucho menos apretado. Es Tannenhill en quién me quiero centrar. Cuando fue reclutado en la primera ronda del 2012, apostaban a mucho potencial más que resultados inmediatos. Era un jugador que pasó de receptor a mariscal en su último año y tenía poca experiencia en la posición. De hecho, su último año fue la única temporada donde jugó todos los partidos como titular. Su inexperiencia se notó en su primer año, con solo 12 TD y 13 Int en toda la temporada.

Sus mejores temporadas como jugador fueron el 2013 y 2014. Logro mejorar considerablemente su ratio de TD/Int, subió el porcentaje de pases completos y se veía mucho más cómodo en la ofensiva. Sin embargo, falló cuando más tenía que cumplir. Su colapso más llamativo fue al final del 2013. Entraban 8-6 y necesitaban ganar solamente un partido para entrar a playoffs. En la semana 16 perdieron con los Bills 0-19 con Tannenhill tirando para 82 yardas en 10/27 intentos sin TD ni intercepciones. Todavía tenían una oportunidad, pero contra los Jets en la semana 17 terminó con 20/40 para 204 yardas y 1-3 en TD-Int. Así se acabó sin pena ni gloria la temporada, dejando en otro año mediocre a los Dolphins.

Aun así, habían optimistas diciendo que había que esperarlo y darle tiempo, ya que estaba cerca de entraría en su peak en el corto o mediano plazo. Los Dolphins eran uno de ellos y lo demostraron al darle un contrato que promedia poco más de 19 millones por año, ganando más que mariscales como Tony Romo, Matthew Stafford y Andy Dalton, entre otros. Recordemos, son casi 20 millones por año por un mariscal que nunca ha clasificado a playoffs ni tiene una temporada ganadora en su registro. Digan lo que quieran de Dalton, pero ha clasificado a playoffs en 5 años seguidos desde que entró a la liga. Aun cuando ha fracasado en playoffs, su equipo es contendiente desde que es titular. ¿Podemos decir lo mismo de Ryan Tannenhill?

Con un contrato recién firmado, el QB de los Dolphins tuvo una temporada muy discreta donde sus estadísticas no cuentan lo mal que se vio para el sueldo que tiene. Es cierto que tuvieron un cambio de entrenador a mitad de camino, pero salvo dos partidos donde promediaron sobre 40 puntos, en las últimas 10 semanas superaron los 20 puntos solamente en un partido. No le debería extrañar a nadie, pero ganaron solamente 3 de esos partidos.

Como a cualquier dueño de una empresa, los Dolphins contrataron a Adam Gase para que reviviera la carrera de Tannehill. Venía con buenas credenciales al entrenar a Peyton Manning y sacar buen rendimiento de Jay Cutler en Chicago. Se esperaba, nuevamente, que Tannenhill explotara en una ofensiva que tiene a Jarvis Landry, Devante Parker, Kenny Stills y Jordan Cameron. Otra vez se hablaba de que era el momento del mariscal de los Dolphins. Bueno, ¿y qué ha pasado hasta ahora? En pocas palabras, los Dolphins tienen suerte de no encontrarse 0-4 a esta altura. El único partido que ganaron fue contra los Browns quienes perdieron el partido de forma increíble tras un balón suelto justamente de Tannenhill. En el partido comentado contra los Bengals, si sacas el pase a Stills para TD, terminó con 14/24 intentos para 115 yardas, un promedio horrible de 4,8 yardas por intento y una intercepción. A continuación, va la secuencia de las fotos para que se pregunten en qué estaba pensando (fotos sacadas del Game Pass):

1

(Tannenhill viendo un lugar en la zona “abierto”)

2

(Tannenhill es interceptado al tirar un pase a un jugador con triple marca)

No es el primer error que comete un mariscal cualquiera, pero ignoro que vio en esta jugada donde la zona está rodeada de jugadores de blanco. Si, los blancos eran del equipo contrario. Después de 4 partidos con 6 TD y 5 intercepciones, queda claro que no era el inicio que pensaba Adam Gase o los Dolphins. Especialmente por el inicio de 1-3. Salvo la segunda mitad contra New England, donde la defensiva jugó un sistema preventivo para mantener el resultado, su juego ha dejado mucho que desear. Es más, le ha hecho el trabajo fácil a sus críticos. Seguramente deben estar decepcionados con el mariscal que gana 20 millones por años, aunque más de alguno debe estar pensando que en cualquier minuto viene el rebote del jugador de quinto año.

El problema es que Tannenhill en su quinto año de titular ya debería saber leer mejor defensivas, como en el caso de la intercepción de las fotos. Tampoco sabe cosas básicas de cómo evadir la presión y se pone un poco nervioso en el bolsillo. El movimiento clásico para sacarse la presión se llama “climb the ladder” donde das 2 o 3 pasos hacia el frente cuando la presión viene por el costado. Tannenhill podría haber evitado más de una de las 5 capturas del jueves al hacer este simple movimiento, pero todavía no lo aprende.

Concedo que muchas veces no lo ha acompañado el nivel de su equipo y especialmente el de su línea ofensiva. Miren como Geno Atkins en el 4Q provoca una captura empujando al guardia derecho contra el mariscal de los Dolphins hasta botarlo. Lo capturan en muchas ocasiones, 11 este año, pero él tampoco ayuda a la causa. No evita la presión y a veces se demora mucho en soltar la pelota. Aun cuando no lo acompañe su línea, ¿no esperarías de un QB franquicia que se eche el equipo al hombro?

El futuro después de este año se ve más oscuro para Tannenhill si no empieza a mostrar una mejoría significativa. En 2017 los Dolphins se ahorrarían casi 10 millones de dólares en el tope cortándolo, aunque tendrían 10,4 millones en “Dead Money”. El 2018 esas cifras cambian a 15,2 millones y 4,6 millones respectivamente. Aunque lo veo muy poco probable, especialmente el 2017, el compromiso a largo plazo empieza a decaer a partir de ese año. Me pregunto si le traerán competencia a partir del próximo año. A veces la competencia saca lo mejor de los jugadores y en otros casos la presión los derrumba. Se acaban las promesas y el tiempo, es hora de cumplir. Se viene un subestimado equipo de los Titans de local, ante una defensiva que ha jugado bastante bien con un coordinador histórico llamando las jugadas. No será fácil, pero ganar en esta liga nunca lo es.

Otro de los temas que más me interesan de la semana 5 es el partido de los Falcons contra los Broncos. Cada semana pienso que Denver se ve mejor aún que el año pasado. Jameis Winston partió encendido, solo para ver cómo Talib le interceptaba dos pases que terminaron en TD de los Broncos. Después de eso nunca fue el mismo y no se vio cómodo el resto del partido. Paxton Lynch entró por un lesionado Siemian y se vio bastante bien. La defensiva de los Bucaneers sufrió muchas lesiones antes y durante el partido, pero nunca es fácil debutar de visita y Lynch cumplió. Von Miller va camino a superar las 20 capturas a este ritmo y Derek Wolfe fue firmado a un precio muy bajo para todo lo que produce semana tras semana. Talib es un excelente esquinero, pero creo que Chris Harris es aún mejor. Su capacidad para diagnosticar jugadas y rutas es sobresaliente, igual que su forma de tacklear. Más allá de los jugadores en particular, el sistema potencia el funcionamiento colectivo y son un animal peligroso todas las semanas.

Los Falcons partieron el año, al menos a la ofensiva, disparando por todos lados. En su segundo año bajo Kyle Shanahan, Matt Ryan está jugando como nunca. Sus números hasta ahora: 72,1% de pases completos, 11 TD – 2 Int y un rating acumulado de 126.3. Proyectando esos números, son dignos de MVP y, en el caso de las yardas, sería el record absoluto. Obviamente más fácil decirlo que hacerlo, pero tiene entusiasmado a sus seguidores. El año pasado promedio apenas 21.2 puntos por juego y en estos 4 partidos ya llevan 38, aumentando casi el doble.

El año pasado partió casi igual para Atlanta, promediando 34 puntos en los primeros 4 partidos. De hecho, partieron 5-0 y 6-1 después de siete semanas. Luego se desplomaron y terminaron solamente 8-8. En ese período que salieron 2-7, los Falcons solamente superaron los 20 puntos en dos partidos. Devonta Freeman se fundió y la ofensiva se terminó estancando. Este año está complementándose bien con Tevin Coleman y lo están guardando para rematar el año. La defensiva ha hecho agua, pero mientras puedan anotar puntos estarán bien. Será un gran desafío ir a Denver a jugar contra la mejor defensiva de la liga. Julio Jones estuvo imparable la semana pasada anotándose con 300 yardas y un TD. Será más difícil hacerle llegar la pelota el domingo, pero Sanu y Gabriel están dando buen complemento junto a Tamme. El gran cambio, además de encontrar un complemento para Jones, fue la contratación de Alex Mack. Ha cambiado el juego de esta línea ofensiva con sus lecturas de los siete frontales, abriendo espacios en el juego terrestre y cuidando a Matt Ryan. Freeman y Coleman también lo agradecen, ya que juntos son una de las mejores ofensivas por tierra en la liga. Veremos si Dan Quinn aprendió algo del colapso del año pasado, pase lo que pase en este partido.

Otro equipo que estará a prueba esta semana son los Cowboys. Muy contrario al estilo de Jerry Jones, Dallas de forma silenciosa llega a esta semana con un record de 3-1. Es fácil concentrarse en lo que han hecho Prescott y Elliott, pero la defensiva ha sido la sorpresa más grande del año. Antes del draft, pedía a gritos el pick de Zeke para que los Cowboys volvieran al estilo de juego del 2014 que le dio muy buenos resultados. Con un juego terrestre dominante y una defensiva oportunista, estuvieron cerca de llegar a la final de conferencia. Rod Marinelli ha hecho un gran trabajo de tomar a un grupo bajo el promedio en talento, pero hacerlos jugar con confianza. Quizás el gran ejemplo es el de Morris Claiborne. Jones subió en el draft para tomar al esquinero y hasta ahora había sido una decepción. El domingo tuvo una intercepción y el tackle que terminó cerrando el partido. Y estuvo a punto de ser cortado por su equipo. Junto a Carr, Scandrick y el jugador de segundo año Byron Jones, están formando una secundaria muy subestimada. El dato más increíble es que permiten menos de 20 puntos por partido, ubicados dentro de los mejores de la liga. Vuelve D. Lawrence de su suspensión y será bienvenido en la presión al mariscal.

Zeke Elliott tiene todas las características, y hasta ahora la producción, de una estrella. Algunos lo pueden atribuir al juego excepcional de su línea ofensiva, pero el corredor novato lo hace todo. Bloquea bien, atrapa pases, corre por el medio, por afuera, baja el hombro para castigar, salta defensivos, un fenómeno. Ha ido subiendo sus yardas por partido de 51 a 83, 140 y 138. Sus yardas por acarreo de 2.6 a 4, 4.7 y 6. Además, es el líder corredor, entrando a esta semana,      de la liga. A este ritmo, podría ser el jugador ofensivo del año, no solo como novato, sino que de la liga en general.

El que tiene un gran desafío por delante es Dak Prescott. Hasta ahora ha hecho un trabajo increíble reemplazando a Romo. No ha sido interceptado en 4 partidos y muestra gran control en el bolsillo y de la ofensiva. Ya varios analistas lo tienen como mariscal titular definitivo, cosa que no comparto. La directiva y entrenadores de los Cowboys están apuntando a un regreso en la semana 8, después del bye. Antes de eso, tienen un difícil partido de local contra los Bengals y una visita a Green Bay. Y si Romo no llega a estar listo, lo que es posible, tendrá que jugar además contra una de las mejores defensivas en los Eagles. Serán 3 partidos seguidos muy complicados y que pueden definir el futuro de esta temporada y, en el caso de Romo, el fin de una carrera.

Otro equipo que habíamos matado todos era a los Rams. Están 3-1 liderando su división con victorias contra Seattle y Arizona. Lo mejor para ellos es que solamente han jugado un partido de local. Fisher, como comenta Michael Silver en su columna, les dijo a los jugadores después del colapso contra San Francisco que era solamente la semana 1 y habían 15 equipos más con 0-1, algunos de ellos muy buenos. Y todo esto ha pasado con una temporada para el olvido de Todd Gurley. En la misma nota de Silver, leía algo bien interesante que no había tomado en cuenta. Hay muchas comparaciones entre Goff y Wentz al ser reclutados en los dos primeros lugares. El primero tiene solamente 21 años, mientras que el mariscal de los Eagles tiene 24. Son 3 años más de experiencia de juego y madurez. No es fácil llegar con 21 años a ser el salvador de una franquicia y Fisher no quiere exponer a Goff a tanta presión cuando todavía tiene mucho por delante.

La gran razón del repunte ha sido el juego de la defensiva. Con la lesión de J.J. Watt, la pelea por el jugador defensivo del año estará, a mi gusto, entre Von Miller y Aaron Donald. Este último tiene uno de los pasos más rápidos que hay para alguien de su posición y tamaño. Es, semana tras semana, el mejor jugador defensivo de ambos equipos. Algunos mirarán las estadísticas y dirán que no tiene nada de especial, pero véanlo jugar un partido completo. Se lleva doble marca, empuja el bolsillo, cambia las rutas de corredores, presiona al mariscal. En resumen, hace todo lo necesario para ganar. El regreso de Robert Quinn de la lesión lo han convertido, junto a Donald, en una de las duplas más peligrosas de DE-DT. Además, Sims está jugando muy bien como tackle al lado de Donald. Mark Barron viene con una buena transición de safety a apoyador, anotándose con intercepciones en partidos seguidos. Todavía es temprano para poner a los Rams como contendientes, sobre todo con esa ofensiva, pero al final del día van 3-1 y eso es lo único que importa: ganar. Vienen los Bills a Los Angeles, quienes sufrieron un cambio total desde la semana 3, ganándole a Arizona y luego a New England.

Por último, estoy pensando en dejar un espacio para alabar a Mike Zimmer todas las semanas. Hablando en serio, que gran trabajo de Zimmer y el GM Rick Spielman en encontrar talento y formar una cultura ganadora en tan poco tiempo. Hace dos años, con Peterson suspendido todo el año, los Vikings terminaron 7-9. Este año, sin Bridgewater ni Peterson, ya van 4-0. De hecho, desde que se lesionó AP, incluyendo el partido contra Green Bay, van 3-0. A muchos equipos y entrenadores ese tipo de lesiones los hubiera derrumbado, pero Zimmer los tiene jugando como si nada hubiera pasado. Que tremenda defensiva han armado. En las últimas 3 semanas han limitado a sus contrarios a 14, 10 y 10 puntos respectivamente. Por si acaso, estas ofensivas eran lideradas por Aaron Rodgers (para algunos el mejor mariscal de la liga), Cam Newton (MVP 2015) y Eli Manning (dos veces MVP del Super Bowl). En las últimas dos semanas han limitado a Kelvin Benjamin y Odell Bechkam a 23 yardas totales y sin ninguna anotación. Están cargados en todas las posiciones y la secundaria está jugando a otro nivel desde que volvió de su lesión Xavier Rhodes. Jugando así pueden ganarle a cualquiera y, por ahora, son los mejores en su conferencia. No será fácil ganarles en un nuevo estadio donde hay un ruido ensordecedor y un ambiente muy hostil para los contrarios. Ayer, en la transmisión de MNF, Raúl Allegre comentaba que el estadio, según él, fue diseñado para que el ruido rebotara sobre la banca del equipo contrario. Sutcliffe respondía que a nivel de cancha no se escuchaba absolutamente nada.

No hay que dejar de lado el gran trabajo que ha hecho Sam Bradford y especialmente Norv Turner con esta ofensiva. Tuvo que aprender todo un nuevo libro de jugadas en pocas semanas y lo ha hecho de manera magistral. Ya tiene a su ala cerrada Kyle Rudolph como candidato para ir al Pro Bowl. Lo mejor, no tiene ninguna intercepción y un rating sobre 100 en sus 3 inicios. No tiene números de fantasy, pero al final no los necesitan para ganar hasta ahora. Primera vez en su carrera que no tiene la presión de cargar con el equipo y se le ve jugando con una gran confianza. A veces, eso es todo lo que se necesita. Me alegro por Bradford quien no había tenido la oportunidad de jugar en buenos equipos o con las lesiones. Hasta ahora el canje tiene contentos a las dos franquicias al ir 7-0 de manera combinada.

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