¿Por qué soy fan de los 49ers? Mi afición al fútbol americano se remonta a primeros de los años 90. Por aquel entonces era realmente complicado ver partidos de la liga en España al tener los derechos en exclusiva una plataforma privada. Mi verdadero inicio a la NFL, fuera de algunos clips esporádicos, llegó con un videojuego para la antigua videoconsola de SEGA, la por aquel entonces revolucionaria MegaDrive. El juego en cuestión no era el conocido por todos Madden NFL (sí, ya existía) sino el Joe Montana Sports Talk Football ’93.

Para la época que estamos hablando proponía una simulación de lo más aceptable, ofreciendo unos playbooks de jugadas extensos y un apartado sonoro nunca visto, con comentarios play-by-play. Por supuesto, Joe Montana aparecía en la portada del cartucho y era la gran estrella del juego como quarterback de los San Francisco 49ers. Así que los niners desde el principio ocuparon un lugar destacado en mi “corazón footballero”.

LA Times
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En enero de 1994 finalmente tuve acceso a mis primeros partidos reales y pude seguir los playoffs de aquella temporada. Sabía que Montana había estado lesionado o retirado, muy de oídas, pero no que ya no formaba parte de la disciplina de los 49ers sino de los Kansas City Chiefs. Así que muy al principio, durante toda la campaña de 1994 fui fan de los Jefes, por Joe Montana. Incluso le animé cuando pude ver su enfrentamiento con sus antiguos compañeros en la semana 2.

Además de “idolatrar”, más de oídas que por otra cosa, a Big Joe, mis inicios en la NFL se movieron por un “odio” hacia los Dallas Cowboys. Eran el equipo que ganaba siempre y no tenían ningún problema en demostrártelo. Su arrogancia hubiera hecho explotar las redes sociales hoy día. Así que cuando los 49ers les desbancaron de su trono en los playoffs mi alegría fue grande.

Foto: nfl.com
Foto: nfl.com

En la Super Bowl XXIX, entre los 49ers y los Chargers, pude descubrir a dos jugadores que me cautivarían los años siguientes, Steve Young y Jerry Rice. Su combinación en la gran final me dejó fascinado. Con Montana al borde de la retirada tomé la decisión de volver al carro de San Francisco, esta vez para no dejarlo jamás.

Aunque desde entonces mi equipo no ha vuelto a conquistar el Trofeo Lombardi estoy contento de “pertenecer” a una franquicia que históricamente siempre ha apostado por el juego ofensivo (mi preferido) y por el que han pasado varias de las personalidades más influyentes de la NFL.

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