Bill O’Brien es una clara ejemplo del dicho popular que dice el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. En el caso del entrenador más que tropezar se podría decir que se ha estampado dos veces contra una roca gigante, aquella que en el argot enefelero se conoce como “quarterback controversy”.

Si echamos la vista atrás, concretamente a la temporada 2015, recordaremos que los Houston Texans estuvieron jugando al gato y al ratón todo el año con quien era su mariscal titular. Brian Hoyer y Ryan Mallett estuvieron intercambiándose en la posición de manera constante no solo de un encuentro a otro sino también durante el transcurso de alguno de ellos. Los Texans tuvieron la suerte de que una gran defensa y una división realmente floja fueron suficientes para terminar accediendo a playoffs, donde perdieron a las primeras de cambio en aquel duelo para el recuerdo en el que Hoyer lanzó cuatro intercepciones.

O’Brien y Savage, vía Houston Chronicle

Pues bien, parece que O’Brien no aprendió de aquella y se ha atrevido a repetir tal esperpéntica situación. Este domingo, en la semana uno de competición, tras solo dos cuartos jugados de la temporada, ni corto ni perezoso cambió a sus quarterbacks. Sí, tras sólo dos cuartos. Alucinante. Esta vez no solo se ha superado, ya que en 2015 aunque también intercambió mariscales en la week 1 lo hizo cuando el encuentro estaba llegando a su fin, sino que creo que ha dejado un record para la historia.

Vamos a ver si tratamos de entender esto porque a mí no hay manera de que me entre en la cabeza. ¿Cómo puede ser que dejes de confiar a las primeras de cambio en el QB con el que has llevado a cabo la mayor carga de trabajo durante los campos de entrenamiento? Cierto que yo no he estado allí de cuerpo presente, pero me imagino que si Tom Savage estaba confirmado una y otra vez por el propio HC como el quarterback titular habrá sido él quien se haya llevado el mayor número de repeticiones con el equipo titular, no?

Si tenías plena seguridad de que Savage era tu QB1 antes del primer partido, ¿cómo puede ser que cambies de opinión tras solo seis drives completos, seis drives!!?? Creo que no existe análisis o explicación a tal sinsentido, O’Brien simplemente ha hecho un ridículo de tales dimensiones que ha hecho que pierda la poca esperanza que me quedaba en él. Los Texans no van a llegar a ningún lado con un entrenador como así, que no tiene claro ni lo que él mismo quiere. Yo pensaba que la gerencia le había jugado malas pasadas dándole quarterbacks del montón año tras año y que este, al fin, después de elegir en el draft al jugador que debe ser la cara de la franquicia de aquí en adelante, demostraría de qué pasta esta hecho como head coach. Y tanto que lo ha demostrado, definitivamente ha confirmado que este puesto le viene muy pero que muy grande.

Watson en su debut como profesional, vía Houston Texans

Parece que Deshaun Watson se perfila como el titular para esta semana dos siempre y cuando el físico se lo permita ya que salió renqueante este domingo del NRG Stadium. Que esa es otra. La línea ofensiva de Texans estaba siendo literalmente asfaltado por el four front de Jacksonville y no tienes otra mejor idea que enviar a los leones a tu QB rookie, aquel por el que has hipotecado gran parte de tu futuro. De locos. Pasó lo que tenía que pasar, seis sacks como seis soles que tuvo que encajar Watson y ahora a ver si llega a tiempo al partido que juegan este mismo jueves contra Bengals.

Personalmente nunca entendí la decisión de no empezar con Watson la temporada y por lo que se ha visto ni el propio O`Brien la entendía. Savage es lo que es, un mariscal muy malo, y aunque el novato está verde en muchos aspectos esenciales para la posición es mucho mejor que su rival, pero mucho mejor. Ahora Watson salta a primera plana conocedor de que su entrenador no confío en él desde un principio, con la afición y los críticos haciendo leña del árbol caído que es ahora mismo el equipo después del baile que les pegaron los pobres Jaguars y sabiendo que tendrá que jugarse la vida en cada snap dada la incompetencia de la línea ofensiva.

Y ojo que esto cambia de una semana a otra, este jueves barren a unos Bengals que también llegan con muchas dudas y aquí paz y después gloria. Pero la cruda realidad es que los Texans, y en especial Bill O’Brien han empezado con muy mal pie el 2017. Tienen tiempo de sobra para ir hacia arriba, pero por lo menos yo he dejado de creer en él, y esta vez para siempre.

Por Stéfano Prieto

@Stefano_USA

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