AP Photo/Joel Auerbach

Cada vez va quedando menos para una nueva temporada de la NFL. Para los amantes de este deporte, esperar 7 meses desde el Super Bowl hasta el inicio de la siguiente es demasiado. Por el lado bueno, ya quedan menos de 3 meses y antes de que lo sepamos estaremos viendo los “Training Camps” junto a la pretemporada en agosto.

Siendo que ya estamos en Junio, esta no ha sido muy distinta a otras temporadas. Ya hay jugadores suspendidos, disputas contractuales, jugadores amenazando que no jugarán esta temporada, reportes de que jugadores están en su mejor forma de la carrera, equipos que ya están catalogados para dar la sorpresa sin haber tenido una práctica equipada y el clásico escándalo con pistolas o de ese estilo. Increíble que gente ganando millones de dólares como ellos no tome mínimas precauciones para evitar incidentes como este. Para qué hablar de los que los pillan manejando bajo la influencia del alcohol. No creo que alguno de ellos sea más pobre por tomar un taxi.

Por ahora, veremos un tema que ha dado mucho que reflexionar de la temporada baja:

  • El descontrolado mercado de los QB

En los últimos años hemos visto como a mariscales promedio o simplemente mediocres les han entregado contratos millonarios. Un par de ejemplo con Ryan Tannenhill y Andy Dalton. Aunque en defensa del “Red Rifle”, el año pasado estaba teniendo su mejor temporada hasta que sufrió una lesión. Al menos ha logrado clasificar en todos los años a los playoffs, mientras que el de los Dolphins nunca ha tenido una temporada ganadora. Mucho se puede discutir sobre el equipo con que juegan, pero los buenos o sobresalientes son capaces de echarse el equipo al hombro.

En estos meses hemos visto a 3 jugadores que están buscando un contrato que me parece ridículo para el nivel y registro que cargan en su carrera. Todos tienen registro histórico perdedor y algunos ni siquiera tienen una temporada ganadora. Vayamos uno por uno.

En Washington, Kirk Cousins fue parte de una revolución de los Redskins que los llevó a los playoffs por primera vez desde la temporada de novato de Robert Griffin III. Irónicamente, esto causó la salida de RGIII del equipo. Aun cuando las habilidades de ambos jugadores son totalmente distintas, no hay garantía de que esto no le pueda pasar a Cousins.

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Foto – USATSI

No tengo nada personar contra Cousins, de hecho fue una de las razones por las que gané la liga de Fantasy el año pasado. En temporadas anteriores había demostrado poca fortaleza mental y una gran habilidad en ocasiones. El entrenador Jay Gruden, apostando su trabajo, tomó estos antecedentes en cuenta e hizo un gran plan para desarrollar a Cousins. Primero, lo nombró titular todo el año pase lo que pase. Esto fue vital para la confianza del mariscal, ya que no tenía que preocuparse de perder su puesto. Segundo, centró la primera parte de la temporada en un juego terrestre y tratando de ganar con la defensiva. Esto fue importante para sacarle presión y que no tuviera que ganar partidos desde el día uno.

Lo fueron soltando de a poco y los resultados están a la vista. Lograron ganar la mayoría de sus partidos en la segunda mitad de la temporada, ganaron la división y aunque perdieron en la ronda de comodines, no se puede culpar en gran parte a Cousins. Más aún, fue, sin duda, uno de los mejores mariscales en el cierre de la temporada estadísticamente hablando. Todo esto llevó a una negociación por un contrato de varios años por varios millones de dólares, el rumor es que la oferta por año bordeaba los 15 millones de dólares anuales, lo que finalmente no prosperó. Cousins jugará con la etiqueta del jugador franquicia y ganará cerca de 20 millones el año que viene si juega.

Dicho todo lo anterior, creo que Cousins puede haber cometido un error. No tengo problemas en que alguien busque maximizar sus ingresos, quien no lo ha hecho, pero, después de todo, Cousins solo lleva una temporada buena en su carrera. Se puede debatir mucho sobre las condiciones anteriores que no lo hicieron destacar, pero hay un dato que no se puede dejar pasar de la temporada anterior. De los equipos a los que le ganaron los Redskins en la temporada anterior, ninguno tuvo registro ganador. De hecho, solo tuvieron cuatro partidos contra equipos con temporadas ganadoras y los perdieron todos. Contra los dos equipos contra los que jugaron que se encontraban en la elite de la liga fueron dominados sin problemas.

A diferencia del año anterior, el calendario será más complicado. Aparte de jugar contra los campeones de las divisiones de la NFC, les toca jugar contra la NFC Norte y la AFC Norte. Sin duda será un año difícil, aun cuando ayude jugar en la débil NFC Este. Aun así, volverán Tony Romo y Dez Bryant de sus lesiones para los Cowboys que, además, volverán al estilo que le dio éxito el 2014 con E. Elliott corriendo detrás de la mejor línea ofensiva de la liga. Los Giants también se armaron y agregaron varios jugadores, especialmente a la defensiva.

Por el lado bueno, los Redskins están dispuestos a invertir en Cousins y lo están llenando de armas a la ofensiva. Será un año interesante para este mariscal y está por verse si finalmente tomó una buena decisión. De colapsar, dudo que alguien ofrezca algo cercano a lo que ganará esta temporada.

Otro mariscal que está en la controversia es un jugador de la misma división, Sam Bradford. Desde que entró a la NFL, analistas y entrenadores han hablado del talento del mariscal de Oklahoma. Me tocó verlo jugar en vivo el año pasado y comparto totalmente la opinión de que el talento está ahí.

Lamentablemente, ser un buen pasador no es lo mismo que ser un buen mariscal. El principal problema que ha tenido Bradford ha sido con las lesiones. No juega una temporada completa desde el 2012. Su registro histórico es de 25-37-1 con un total de cero temporadas ganadoras en su carrera. El año pasado, Bradford fue de menos a más y cerró la temporada relativamente bien. Otra vez lo aquejaron las lesiones y se perdió algunos partidos. Su registro solo de 19 TD con 14 Int con 3.700 yardas.

Considerando todo lo anterior, ¿que decidieron hacer los Eagles? Darle un contrato de 36 millones de dólares con 22 de ellos garantizados. Se puede entender que no tenían una mejor opción bajo centro, pero aun así se llevaron a Chase Daniel de los Chiefs por 7 millones por año. La guinda de la torta vino para el draft, cuando los Eagles canjearon una cantidad muy significativa de picks del draft para poder reclutar a Carson Wentz.

Concedido, el contrato a Bradford vino antes del intercambio del draft. Sí, probablemente en Philadelphia no se imaginaron que los Browns dejarían pasar la oportunidad de reclutar a un mariscal con la segunda selección en su momento. Lo que no entiendo, es por qué le llevaron competencia en Daniel y después le aumentaron la presión con Wentz. Los reportes y declaraciones indican que Wentz es un proyecto a largo plazo y probablemente no iniciará este año.

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Foto de Rich Schultz – Getty Images

En Philadelphia las cosas no funcionan así. La fanaticada es muy exigente y apasionada, por lo serán implacables con Bradford si fracasa y pedirán a gritos a Wentz.

Sin embargo, lo más increíble fue la reacción de Bradford al enterarse que reclutarían a Wentz. Aparte de pedir un canje, no asistió a las OTA (actividades voluntarias) del equipo en señal de molestia. El trade no prosperó, ya que es entendible que el contrato de Bradford es caro para lo que trae al equipo. Me intriga mucho saber por qué está molesto el mariscal. ¡Hasta pensó en retirarse! La NFL es un negocio como cualquiera. Puedes tener competencia en tu puesto y si no eres bueno te reemplazarán. Los registros históricos no le han dado el beneficio de ser intocable. Como si fuera poco, va a ganar 18 millones por año. Esa actitud no es la que buscan los equipos del jugador en la posición más importante. Jamás me imaginaría a Brady, Big Ben o Rodgers haciendo un berrinche como ese.

Por último, tenemos a Ryan Fitzpatrick. El agente libre todavía no llega a un acuerdo con los Jets y sigue sin equipo. A esta altura y a menos que alguien se lesione, no veo a Fitz jugando en otro equipo. Creo que sus opciones son los Jets o no jugar.

Al igual que Bradford, no entiendo la posición de Fitzpatrick. Primero que todo, este mariscal va en su sexto equipo en poco más de diez años. Y a diferencia de jugadores como T. Owens, no ha sido por un tema de conflicto con gente de su equipo. La verdad cruda es que en su carrera solo ha logrado ser un mariscal promedio y por eso no ha logrado consolidarse en un equipo. En los Bills, donde estuvo más tiempo, le dieron una extensión masiva y que demostró ser un gran error con los años.

Es cierto que los Jets le ofrecen un contrato muy bajo el promedio para mariscales titulares, ¿pero qué opciones tiene que lo mantienen con dudas? Cero, ninguna. Y eso es porque nadie pagaría más por un mariscal que tiene sus años y no es una solución a largo plazo. Aun cuando existieran alternativas, ¿estaría mejor en otro lugar? En qué otro lugar contaría con una dupla como Brandon Marshall y Eric Decker, el único coordinador ofensivo que lo ha hecho brillar en Chan Gailey y uno de los mejores corredores de la liga en Matt Forte.

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Foto de The New York Post

Es verdad que tuvo el mejor año de su carrera el 2015 y fue gran parte de la sorpresiva temporada de los Jets que terminaron 10-6 y a un paso de clasificar a los playoffs. Sin embargo, cuando más importo sucedió lo mismo de siempre: Fitzpatrick se hundió. En el partido definitorio con los Bills tuvo tres intercepciones y pese a tener varias oportunidades no pudieron ganar el partido. No fue el único partido en que dejó mucho que desear y eso llevó a los Jets a bajar las expectativas del mariscal que quería un contrato que bordeara los 18 millones.

La expansión del tope salarial está llevando a los equipos cada vez a pagar más por mantener a sus estrellas, especialmente a las que juegan en la posición probablemente más importante en cualquier deporte. Por lo mismo, los sueldos promedios anuales han aumentado considerablemente. No tengo problema que la gente gane plata, solo que no me explico cómo algunos de estos jugadores ganan o piden esa cantidad al contar con registros tan mediocres. Creo que al ver a Tannenhill ganar algo parecido a Tom Brady y más que Tony Romo algo suena mal. Si bien el mariscal es de notoria importancia, me pregunto cuando llega el punto de admitir que algo simplemente no funcionó. Me gusta pensar que los equipos no están compitiendo para ser mediocres, sino que para ganarlo todo. Esa idea lleva a que nos guste tanto la NFL. Lamentablemente, hay mariscales que llevan a quedarse pegados en la mediocridad.

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