Empecé a escribir estas líneas antes de que se hubieran confirmado los rumores de que el que fuera coordinador defensivo en Gran Bay Packers desde el año 2009, Dom Capers, sería despedido tras el último partido del año. La noticia empezó a difundirse durante la mañana del domingo, en las horas previas a la jornada con la que se pondría punto y final a una temporada regular que jamás será recordada en Wisconsin. El comienzo de los partidos y el aperitivo de la cena de Nochevieja me impidieron terminar la nota, pero una vez superada la resaca y confirmada la noticia de que Capers abandonaba Green Bay aprovecho para terminar el que sin duda es uno de los artículos que más ganas tenía de escribir desde hace tiempo.

El bueno de Capers es un hombre de football, eso está fuera de toda duda. Le avalan sus más de treinta años como coordinador/entrenador en la NFL, pasando a lo largo de ellos por ocho franquicias en las que ha ejercido siempre funciones relacionadas con la parcela defensiva o en su defecto funciones de entrenador principal. Estar ligado la friolera de tres décadas con una liga tan competitiva como la NFL, la cual devora jugadores y entrenadores sin piedad, no es peccata minuta.

El problema de Capers no creo que sea su falta de profesionalidad o conocimientos, sino que no ha sabido adaptarse a una competición que evoluciona año tras año, sencillamente no ha sido capaz de evolucionar con ella. El coordinador entró con muy bien pie en Green Bay, sus dos primeras campañas como responsable de la defensa fueron bastante buenas, tanto en sensaciones como en números y es necesario comentar que su trabajo fue imprescindible en la consecución de la Superbowl de 2010. Por aquel entonces Rodgers ya empezaba a dar visos claros de en qué clase de jugador podía convertirse, dirigiendo un ataque al que le resultaba relativamente sencillo subir puntos al marcador, pero el que sin la inestimable ayuda de la defensa no hubiera podido alzar por si solo el trofeo Vince Lombardi.

¿Qué sucedió a partir de entonces? Que el equipo decidió vivir única y exclusivamente de la majestuosidad de Rodgers, incluido Capers. Su defensa pasó a ser oportunista en el mejor de los años, el resto ni eso, transformándose en una máquina de conceder yardas y puntos. Capers se relajó, no buscaba mejorar de una temporada a otra, pensó que con hacer lo mismo de siempre le valdría para optar a un nuevo anillo teniendo en cuenta que la principal baza del equipo era la ofensiva. Su defensa tenía simplemente que acompañar, algo que se ha demostrado que aunque es suficiente para jugar en enero, en época de playoffs no te sirve. El ejemplo está en que la franquicia no ha vuelto a pisar la gran final desde 2010, algo intolerable teniendo en tu plantilla al que ya es uno de los mejores quarterbacks de siempre.

Mientras seguimos con el artículo os voy a ir dejando algunas de las jugadas de este 2017 que nos demuestran que los Packers tendrían incluso problemas para detener un ataque de high school. En esta primera situación tenemos al rival en un 3&13 y jugarán un RB screen. Todos los defensores encargados de estar en cobertura se dejarán caer hasta la línea que marca el primero y diez, olvidándose de cubrir gran parte de la zona underneath. Además, el running back no tiene asignado ningún defensor, por lo que una vez que reciba y ayudado por los buenos bloqueos de sus compañeros de línea ofensiva tendrá mucho espacio para correr. Primer down y mucho más fácil.

Algunos pensaréis que la gerencia no ha ayudado nada a Capers a la hora de reforzar su parcela y claro está que la labor de Ted Thompson durante todos estos años daría para otro artículo. Por suerte para los seguidores queseros este personaje, quien al igual que Capers vivía anclado en el pasado, también ha sido relegado de su puesto esta misma semana. Sin embargo, aunque no sea en la medida en que la mayoría deseamos, Thompson sí le ha entregado jugadores con talento y calidad a Capers, tanto vía draft como a través de la agencia libre. Jugadores que en la gran mayoría apenas han tenido impacto bien sea porque Capers no ha sabido utilizarles o porque no ha conseguido desarrollar el talento que atesoraban cuando recayeron en el equipo.

Es más, ya no solo es que el coordinador defensivo sea incapaz de aprovechar estos nuevos jugadores sino que se ha encargado de hundir otros tantos con los que ya contábamos y que en algún u otro momento demostraron ser muy buenos. Llevamos varios años hablando del bajón de rendimiento que ha pegado la que se suponía que era nuestra estrella defensiva, Clay Matthews. Efectivamente el linebacker ha dado varias zancadas hacia atrás después de unos primeros pasos como profesional que nos tenían a todos con las expectativas disparadas. Mi opinión es que Capers se ha cargado a Matthews, primero con el jueguecito de que si ahora vas a edge rusher y ahora cambio de opinión y prefiero que juegues por dentro. Seguro que Matthews ha tenido algo que ver en esta indefinición de su rol pero el staff es el que tenía que haber dejado las cosas claras desde un principio y haber decidido lo que mejor le venía al equipo de acuerdo a sus cualidades.

En la siguiente jugada la defensa de Green Bay jugará un Cover-2 man to man. Mientras la jugada se desarrolla vemos como los defensores encargados de cubrir en individual harán un buen trabajo pero en la zona central no queda ningún linebacker o safety haciendo la función de spy o en su defecto de robber que le permita estar atento del quarterback. Esto permite a Big Ben, un QB al que muy pocas veces vemos correr, salir del pocket y conseguir el primer down de manera sencilla.

Pero también tenemos casos más sangrantes de jugadores que actualmente ya no forman parte del equipo, los cuales emigraron en la agencia libre ante la falta de una propuesta de renovación por parte del front office muy seguramente por pensar que no eran buenos debido a lo que habían entregado jugando para Capers. En las dos últimas off-season los Packers han dejado marchar a Casey Hayward, quien en dos temporadas en Chargers ha demostrado estar entre la élite de los cornerbacks de la liga y a Micah Hyde, el jugador más importante de la defensa de Bills esta campaña. Aunque yo no soy para nada un enamorado del Pro Bowl hay que destacar que entre ambos jugadores han acumulado tres presencias en este partido de las estrellas de otras tantas posibles, mientras que en ocho años en los Packers entre los dos jamás fueron considerados para este encuentro. Sobran las palabras.

En el video de arriba hemos podido ver una defensa zonal Cover-3 de Packers en tercer down. El receptor sabe encontrar la zona libre entre la zona intermedia y los safeties. Por su parte el quarterback lanza con el pocket limpio. Además en esta jugada el safety Clinton-Dix toma un mal ángulo y eso permite al atacante ganar muchas yardas tras la recepción.

La repetición de las situaciones de tercer down largo conseguido por el rival ha llegado a aburrir a la parroquia quesera. Era ver al otro equipo ante este tipo de retos y saber que de una u otra forma lo iba a lograr. Las coberturas zonales de Capers son reconocibles para todo el mundo y aun así se ha empeñado hasta el último día en seguir aplicando este tipo de defensa una vez tras otra, sobretodo en estos terceros downs de los que hablamos, donde además venían acompañados con un blitz debido a otro de los grandísimos problemas de la defensa, la ausencia de presión sobre el quarterback. Los zone blitz en tercer down son a día de hoy un suicidio, sobre todo cuando los aplicas de forma rutinaria y no como un recurso puntual que pueda sorprender. Para los Packers ha sido el pan de cada día desde hace mucho tiempo y de ahí que el resto de rivales tengan dominado el enfrentarse a ellos.

En la secuencia de abajo podemos ver este clásico de la fiesta. Situación de tercer down en el que atacan el pocket con un blitz mientras atrás se desarrolla una cobertura zonal. El quarterback lanza sin oposición estando tres receptores completamente solos en distintas zonas del campo. Made in Capers

Esta temporada, ante la triste lesión de Rodgers y después de que el equipo haya mantenido algunas opciones de playoffs casi hasta el final, se ha creado una atmósfera acerca de que la defensa ha sido la culpable de mantener viva esta posibilidad. Nada más lejos de la realidad. La suerte ha sido que el calendario fue muy favorable durante varias semanas, en las que  los Packers jugaron contra una serie conjuntos que tienen aún más problemas que ellos, véase Bears, Browns o Bucs. Además, de cara al espectador casual hizo mucho daño el partido frente a Steelers. Ese día Green Bay tuvo opciones de ganar ante uno de los favoritos de la competición y encima a domicilio, pero todo fue gracias a  que los acereros jugaron muy por debajo de sus posibilidades y que los queseros sobrevivieron única y exclusivamente de big plays, tanto en ataque como en defensa. En ningún momento fueron capaces de mostrar un juego sostenido en ninguna de las dos facetas.

Para comprender que la defensa de Packers no ha tenido nada que ver en esta supervivencia que han mantenido sin su jugador franquicia además de analizar con detallete cada uno de sus encuentros podemos recurrir a las siguientes estadísticas, las cuales son letalmente concluyentes. 42,8% de conversiones en 3er down permitidas (28 de la liga), 80% de conversiones en 4º down permitidas (31), 40,2% de drives en los que permite anotar al contrario (31), 5.5 yardas permitidas por jugada (25), 65,2% que permite anotación desde la redzone (31=. Vamos, que precisamente no ha sido la defensa la que ha ayudado a mantener al equipo este año ya que como podemos observar se encuentra en la cola de la liga en varias estadísticas defensivas de gran relevancia.

La anterior jugada pone la guinda final al pastel que es la defensa de Packers. Se puede ver como Matthews reconoce la jugada pre-snap, indicando a sus compañeros que McCaffery, el running back, saldrá a recibir en una ruta wheel. Newton le escucha y le reta a que vea lo que va a hacer, ya que finalmente la ruta que desarrollará el RB será un angle route. Salta el snap y McCaffery tan siquiera tiene una marca asignada. El touchdown es muy fácil pero aunque hubiera corrido una wheel la anotación hubiera llegado igual. Dio igual el aviso de Matthews de que la jugada sería para el running back ya que nadie salió a cubrirle. De juzgado de guardia.

Durante años la presencia del equipo en playoffs ha permitido a Capers y a muchos otros sobrevivir. La baja de Rodgers ha enseñado a todo el mundo lo que es en realidad este equipo y hasta dónde puede llegar sin el “12” en el campo. Es el momento de mirar para adelante en Wisconsin y empezar a pensar que no siempre vamos a contar con Favres o Rodgers que nos permitan luchar casi por inercia. Enhorabuena a los fans del equipo ya que los dos primeros pasos se han cumplido, que era dejar atrás a nuestro coordinador defensivo y general manager y aunque Mike McCarty, entrenador principal, ha sido renovado por una temporada, ya puede ponerse las pilas porque de lo contrario será el siguiente en caer. Por una nueva etapa en Green Bay. Hasta nunca, Capers. Go Pack Go!!!!

Por Stéfano Prieto

@Stefano_USA

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