Como ya todos saben, los Patriots llegan a su séptimo Super Bowl en la era Belichick – Brady. Como ya es la costumbre, eran uno de los favoritos para llegar a este partido a principio de año por la AFC. El camino no estuvo libre de problemas, al contrario. Debe ser una de las temporadas más complejas, en cuanto a ajustes internos, que recuerde de New England. Veamos cómo llegaron los Patriots al Super Bowl:

Temporada Baja

                La agencia libre es una oportunidad para muchos equipos que le quieren dar ilusiones a los seguidores de la franquicia. En la práctica no es la mejor forma de armar un equipo que tenga éxito de manera sostenida. Los que tiran la chequera encima de la mesa para la primera ola de agencia libre no suelen tener resultados de acuerdo a lo esperado. Bill Belichick nunca está en ese grupo. Su especialidad es encontrar jugadores baratos que nadie quiera y hacerlos brillar en un sistema que, para los elegidos, los convierte en figuras. Así fue como trajo a Martellus Bennett por una selección de cuarta ronda en el draft y además recibió una sexta. Le quitó a un rival divisional a un jugador que no era utilizado de la manera correcta en Chris Hogan, quien en el campeonato de conferencia se anotó con 180 yardas y 2 TD. Y solamente a un valor de 4 millones por temporada. Negocio redondo. El ala defensiva aceptó menos plata por ir a los Patriots para tener la opción de ganar un título. La apuesta de ambas partes va bien, por ahora. ¿Quién fue el otro equipo que estuvo muy interesado en Long? Los Atlanta Falcons. Dejó que Legarrette Blount probara la agencia libre, solo para ver que no había interés y terminar de vuelta por solo un millón de dólares. ¿El resultado? Blount rompió el record de la franquicia de TD por tierra, que pertenecía a Curtis Martin, con ¡18! en la temporada más otro en playoffs.

Este no fue el movimiento que causó más ruido, en cuanto a agencia libre, en el mundo de la NFL. El trade que mandó a Chandler Jones a los Cardinals dejó a algunos rascándose la cabeza y a otros corriendo en círculos. La gran mayoría de las veces no hay que dudar de Belichick, pero para muchos era dudoso mandar a un caza mariscal probado a un contendiente. Al ser Belichick entrenador y el GM del equipo, se dio cuenta que no le podría pagar a Jones lo que pedirá este año y decidió sacarlo antes del equipo, acumulando picks de draft y evitando distracciones. La inconsistencia de Jones entre partidos y su incidente con drogas en los playoffs del año pasado no lo ayudaron tampoco. Más encima, el partido con el que abrían la temporada era contra el nuevo equipo de Jones.

La guinda de la torta fue cuando la suspensión de Tom Brady se ratificó por los primeros cuatro partidos de la temporada por “Deflategate”. Si Goodell le hubiera pagado a un ingeniero en vez de a un abogado, habría resuelto el problema en cinco minutos. Pese a que el juez Richard Berman ratificó el 2015 que no podías castigar a alguien por “being, more probable than not, generally aware”. La presunción de inocencia le dicen, algo que Goodell no conoce al parecer. Lo que ratificaron en esta ocasión fue que el comisionado, según el convenio colectivo del 2011, tenía las atribuciones para entregar las sanciones que el considerara suficientes. Independiente de la evidencia o la severidad, todo caía en los hombros de una sola persona. ¿Injusto? Claramente. ¿Ajustado al convenio? Lamentablemente, sí. El que no debe estar muy contento hoy es el mismo comisionado, porque está a un partido de entregarles el título a un equipo que catalogo como tramposos y que manchó la reputación de uno de los mejores jugadores de la historia.

Con la suspensión ratificada, Brady decidió desistir el camino legal y dejar de ser una distracción para su equipo y que tuvieran tiempo para prepararse. Se empezó a preparar a Jimmy Garoppolo como mariscal titular en esos cuatro partidos.

Temporada Regular

Una de las buenas noticias o consuelos que tenían los Patriots era que tres de los primeros cuatro partidos, donde Brady no jugó, eran de local. Abrieron en Arizona contra un equipo de los Cardinals que venía de llegar a la final de la NFC sin Brady, Gronkowski, Ninkovich y otros. La pretemporada de Garoppolo no había sido buena y las expectativas no eran las mejores. Ese día, el primer SNF de la temporada, Belichick demostró por qué es uno de los mejores entrenadores de la liga, McDaniels y Matt Patricia demostraron estar dentro de los mejores de la liga y por algo los entrevistaron para ser entrenadores en jefe. Con un esquema que potenció las fortalezas de Garoppolo y una defensiva que anuló a Carson Palmer se llevaron una gran victoria por 23-21 con Catanzaro fallando el gol de campo que podría haber cambiado el partido.

Luego se encargaron de ganarle a Miami, pero a un costo alto con la lesión de Garoppolo. Muchos equipos se derrumbarían con su segundo mariscal, ni hablar del tercero. No es el caso de este equipo. Como dice Belichick “next man up”. Recibían en la semana 3 a un equipo de los Texans que sorprendió a la entrada y venía con 2-0. Llegaban, de hecho, como favoritos para muchos a jugar al Gillette Stadium ante una ofensiva liderada por Jacoby Brissett. No solamente no ganaron, fueron humillados ante un planteamiento y ejecución magistral. Un partido redondo en las tres fases del juego dejaron en blanco a los Texans con un 27-0 contundente donde su ofensiva no pasó la mitad de cancha hasta cerca del último cuatro. Nuevamente, llegó a un costo alto la victoria. Brissett se lesionó el dedo de la mano y tendría problemas para la semana 4. Los Bills le ganaron de manera clara a New England en la semana 4 y aunque no cayó bien la derrota, todos sabían que a partir de la semana 5 todo mejoraría.

Tom Brady se encargó de ordenar la casa y ganaron 4 partidos por doble dígito antes de irse a la semana libre. Fue en esta semana donde Belichick sorprendió a todo el mundo al mandar a Jamie Collins, uno de sus mejores jugadores defensivos, a los Cleveland Browns. Además de venir de una de sus mejores temporadas, no había, en el momento, mucha profundidad en el puesto. Para muchos, una locura. Belichick siguió con su filosofía de Next Man Up. Salieron reportes indicando que Collins estaba pensando en su próximo contrato y desobedecía a sus entrenadores para inflar sus estadísticas. Eso no es tolerable en esta franquicia y fue mandado a otro equipo. Independiente si fue un error o no, Belichick le mandó un mensaje a sus jugadores que nadie es más grande que el equipo y que el nivel de juego, a esa altura, no era aceptable.

Volviendo de la semana libre jugaron contra los Seahawks y terminaron perdiendo. Fue un partido duro por la forma de perder y porque los reemplazantes de Collins fueron quemados en la cobertura. Lo que muchos habían olvidado en ese momento, es que Collins fue quemado dos veces por Owen Daniels en la final de la AFC del 2015 para TD y que terminaron marcando la diferencia ese día. Además, ese día un golpe brutal de Earl Thomas a Gronkowski lo terminó dejando fuera por un partido. Volvió ante los Jets y terminó saliendo ese partido. Al final, termino en IR por problemas en la espalda y quedo fuera todo el año. El record de New England y Brady sin Gronk no había sido bueno en los últimos años, ya que no hay como reemplazar al mejor ala cerrada de la liga. Este fue sin duda uno de los momentos críticos de la temporada, aun cuando habían perdido dos partidos solamente a esa altura. Todos saben que en New England es Super Bowl o fracaso. Había dudas legítimas de cómo afectaría esta lesión a la etiqueta de favoritos del equipo.

Si afectó, tendrían que decirme cómo porque en las últimas cuatro semanas de la temporada los Patriots no se perdieron nada. Cambiaron su ofensiva a una más balanceada con uno de los grupos de corredores más profundos de la liga. La que ha elevado su juego a otro nivel fue la defensiva. Fueron la que menos permite puntos por partido, algo que no conseguían desde el 2003 (año en que fueron campeones). En 10 partidos permitieron menos de 20 puntos y solamente en uno les anotaron más de 30. La defensiva por tierra fue la segunda mejor de la liga, aun perdiendo a Collins. El reemplazante suyo, Elandon Roberts, junto a Hightower se han vuelto una segunda línea casi impenetrable. La línea defensiva ha logrado empujar consistentemente a los guardias y el centro para limitar las yardas terrestres. La presión al pasador no es la fortaleza de este equipo, pero lo compensan con distintas formaciones y lecturas que confunden a los mariscales contrarios. A Belichick le encanta que en sus siete frontales todos puedan jugar varias posiciones.

Fue así como le ganaron a los Ravens de manera clara, más allá del marcador y en un partido atípico en errores por parte de los Patriots. Luego fueron a Denver, donde Brady fue masacrado en la final de la AFC anterior y nuevamente sacaron un plan de juego inteligente. No fue el partido más vistoso, pero ganaron 16-3 y Brady prácticamente terminó limpio. Había un gran desafío de ganar en Miami en la semana 17 para terminar con la localía en playoffs. El problema es que Brady no tiene buenos números jugando en ese estadio y los Dolphins venían al alza asegurando un puesto en la ronda de comodines. Nuevamente dejaron todas las dudas atrás y se fueron a descansar para los playoffs con una paliza de 35-14 en Miami. Brady rompió el record de una temporada con una relación TD-Int de 28-2. Tuvo 14 veces más anotaciones que intercepciones. 14!!! Y a los 39 años. De locos.

Playoffs

El sábado 14 los Patriots recibían al mismo equipo de los Texans que habían humillado en la semana 3. Muchos, como Earl Thomas por twitter, alegaban que tenían un calendario fácil. Díganle eso a Brady que tuvo uno de sus peores partidos en playoffs completando menos de la mitad de sus pases. Los pases soltados por sus receptores no lo ayudaron mucho tampoco, uno de los cuales terminó en intercepción. Clowney y Mercilus le hicieron la vida imposible con una presión incansable por el centro.

Una de las claves fue Dion Lewis, quien se anotó con anotaciones por tierra, aire y en devolución de patada. Otra receta para ganar fue una que le ha dado mucho éxito a los Patriots: esperar que el contrario se derrumbe. Osweiler no aguantó la presión cuando empezaron a quedar más atrás en el marcador y eventualmente llegaron las intercepciones. Aun cuando no fue el partido más destacable, igual ganaron por 18 puntos. El escenario estaba instalado para otra final de conferencia, la sexta de manera consecutiva, y una posible llegada al séptimo Super Bowl en la era Brady – Belichick. Aun cuando fueron el mejor equipo del año en temporada regular, para muchos no llegaban como favoritos argumentando que no habían jugado contra un equipo de verdad.

Venía un equipo encendido de los Steelers que no perdían de la semana 10 con posiblemente el jugador más dominante en la liga en Le’Veon Bell. El corredor estrella dominó este año aun perdiéndose los tres primeros partidos de la temporada y promedió 157 yardas totales entrando a playoffs. Se anotó con dos partidos increíbles con 167 y 170 yardas para llegar a la final de conferencia. A muchos los tenía sorprendido el rápido crecimiento de la defensiva y su buen nivel de juego entrando a este partido. El problema es que esos equipos no eran los Patriots y el lugar que visitaban es uno donde New England casi no pierde.

Es muy raro ver dos partidos malos de Brady de manera consecutiva. Esta no fue la excepción con 76% de pases completos, 3-0 en TD – Int y 384 yardas. Los Steelers equivocaron el camino y defendieron solo con zonas suaves. Contra un sistema como el de los Patriots, es pedir una muerte lenta. Edelman es un experto en encontrar los espacios en defensivas por zona y con Hogan destrozaron a esta joven defensiva. Tampoco presionaron a Brady y esas nunca son buenas noticias. Pese a lo anterior, superar la barrera de los 30 era esperable para esta ofensiva.

La defensiva, una de las más subestimadas de la liga, se tomó de manera personal las críticas y anuló totalmente a la ofensiva de los Steelers. Algunos haters dirán que se debe a que Bell salió del partido, pero había sido dominado con solamente 20 yardas en 6 intentos. Y su reemplazo, Deangelo Williams, sería titular en varios equipos. Big Ben estará en el salón de la fama, Brown es posiblemente el mejor receptor de la liga y su línea ofensiva una de las mejores. Tampoco importó, el dominio fue total de principio a fin y quedaron con 17 puntos con un TD que llegó en garbage time.

Aunque parezca increíble, hay algunos que todavía dudan de los Patriots. Pueden buscar las razones que quieran para bajar a tierra a este equipo, pero la razón de su éxito es sencilla: tienen a Bill Belichick y Tom Brady. Su aporte dentro y fuera de la cancha es imposible de medir y han convertido a una franquicia irrelevante en quizás la dinastía más grande de la historia. El domingo se puede cerrar ese debate si ganan.

Datos y Comentarios

  • Por mucho que se habla de Belichick y Brady, no se comenta el aporte del dueño Robert Kraft a New England. Desde que llegó a controlar a los Patriots han ido a 8 Super Bowl y se han convertido en una de las franquicias modelo de la liga. Además, ha tenido de entrenador a Bill Parcells y Bill Belichick. A eso le llamo buen ojo. Tiene una gran relación con jugadores y ex jugadores. No sé si en otros equipos ves de manera constante a jugadores retirados en los palcos y acompañando al equipo en los viajes.
  • El entrenador en línea ofensiva Dante Scarnecchia ha entrenado tantos años que verá a su hijo como miembro del staff de los Falcons tratando de evitar que tenga otro anillo.
  • Dion Lewis nunca ha perdido un partido como jugador de los Patriots. Entra con record de 16-0 al Super Bowl.
  • Bill Belichick rompió el record de más partidos de Super Bowl para un entrenador con 7, superando a Don Shula. Tratará de pasar a Chuck Noll como el entrenador con más títulos con 5.
  • Tom Brady tendrá la oportunidad de convertirse en el mariscal con más anillos de Super Bowl y el segundo jugador con 5 anillos junto a Charles Haley. También podría convertirse en el jugador con más MVP de Super Bowl con 4.
  • Como dije al principio, Chris Long fue contactado para irse a Atlanta y terminó en New England por menos plata para estar en un contendiente. No se podría pedir un mejor final.

 

 

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