¿Cuántos tenían a los Falcons como favoritos para ir al Super Bowl? ¿En el top 5? Dudo que sea el caso de alguno. Atlanta llegó de la nada a representar a la NFC en la final el domingo que viene. Hoy es casi pura fiesta y sonrisas, incluyendo bailes del dueño Arthur Blank, pero no fue así al principio. La temporada baja estuvo llena de dudas y críticas después de que colapsaron la segunda mitad de la temporada el 2015. Enfrentaban un calendario muy difícil y no fueron considerados contendientes hasta las últimas 2-3 semanas de la temporada regular. Revisemos el camino de los Falcons para llegar al Super Bowl:

Temporada Baja

                Para entender a estos Falcons, hay que remontarse al final de la temporada 2014. El entrenador Mike Smith, quien había llevado al equipo a la final de conferencia el 2012, fue despedido de dos temporadas muy malas. De hecho, el 2014 fueron el sexto peor de la liga. El dueño Arthur Blank tenía una decisión importante que tomar: mantener al GM Thomas Dimitroff o limpiar la casa. El asiente estaba más caliente que nunca para él después de no poder renovar el talento que lo llevó a esa final de la NFC. Peor aún, llevaban años con etiqueta de equipo blando y no habían podido remediarlo a través del draft o la agencia libre. Habían pasado a ser un equipo que lo empujaban para todos lados con mucha facilidad. No podían defender la carrera ni capturar al mariscal contrario.

Blank decidió esperar a Dan Quinn, en ese entonces coordinador defensivo de los Seahawks, hasta que terminara el Super Bowl para que se convirtiera en el próximo entrenador en jefe. Quinn venía de dirigir a una de las mejores defensivas de la historia y su reputación con los jugadores era impecable. La mentalidad dura y el juego físico de esa defensiva hizo pensar a Blank que Quinn podría llevar a su equipo a ser competitivo nuevamente. La otra decisión que tuvo fue mantener a Dimitroff, aunque con tarjeta amarilla. El control sobre los 53 jugadores quedo en mano de Quinn, quitándole la atribución a Dimitroff.

El 2015 partía el nuevo staff y Matt Ryan tenía a un nuevo coordinador ofensivo. Kyle Shanahan venía de sacarle el máximo de rendimiento a mariscales bajo el promedio. Ser el hijo de un entrenador con historia también le ayudaba a subir rápido, pero su efectividad llamando las jugadas y adaptando las estrategias a sus distintos mariscales lo llevó a trabajar por primera vez con un QB elite o top 10 dependiendo de cómo quieran verlo. Partieron como avión ganando sus primeros cinco, me tocó ver el primer partido de esa temporada en vivo en el Georgia Dome, y luego quedando 6-1. Luego colapsaron y terminaron 8-8, llegando a perder seis seguidos. En esos últimos 9 partidos solamente lograron pasar los 20 puntos en dos partidos e incluso quedaron en cero en una visita a Carolina.

Vino otra temporada baja larga donde Blank comunicó escuetamente que Dimitroff seguía en su cargo. Había muchas áreas por mejorar, pero las más urgentes eran la profundidad en el cuerpo de receptores, la línea ofensiva y la secundaria. El año pasado doble marcaban a Julio Jones y no había nadie más a quien tirarle pases. Roddy White había llegado al fin de su carrera y no había más gente. Dimitroff se anotó con una excelente temporada baja en el draft y la agencia libre. Contrató a un alto precio a Sanu, en un año con pocos buenos receptores disponibles, y llegaron Taylor Gabriel junto a Aldrick Robinson. Aun cuando Julio Jones no jugó algunos partidos, estos tres jugadores han sido determinantes en convertir una ofensiva mediocre en la mejor de la liga. El 2015 Freeman arrasó los primeros siete partidos, solo para quedarse sin bencina en el cierre. Este año Tevin Coleman, reclutado el 2015, se mantuvo sano y formaron una dupla que te mataba por aire y tierra. Otra de las claves fue fortalecer la línea ofensiva. El año pasado llegó Andy Levitre en un trade y este año Alex Mack, uno de los mejores centros de la liga, convirtieron a esta línea en una de las mejores de la liga, especialmente corriendo, junto al tackle Jake Matthews (reclutado en el 2014). La diferencia en la defensiva vino en este draft donde Dimitroff reclutó a tres titulares en las cuatro primeras rondas. Keanu Neal parece un clon de Kam Chancellor y superó los 100 tackles siendo un profundo, lo que muestra la versalitidad y responsabilidad que le han dado. Solamente otro novato más supero los 100 tackles, el apoyador Deion Jones. Una contratación subestimada es la de Dwight Freeney. Más allá de los números, ha sido clave en el desarrollo de Vic Beasley.

Fuera del talento que llegó a este equipo, había dos grandes dudas entrando a la temporada. Uno era la dificultad del calendario al jugar contra la NFC Oeste y la AFC Oeste. La otra era la relación entre Kyle Shanahan y Matt Ryan. Salían muchos reportes de que la relación entre ellos no era buena y que fue una de las razones para el mal 2015 de Ryan. La ofensiva de Shanahan era muy distinta a la que venía ejecutando Ryan en su carrera y tenía problemas acomodándose a este sistema.

Temporada Regular

                No partió como esperaba la temporada para los Falcons. Abriendo en el Georgia Dome, en su último año antes del cambio de estadio, perdieron ante los Buccaneers por 31-24. La ofensiva jugó bien, pero siguieron exponiendo sus problemas a la defensiva. Jameis Winston tuvo uno de sus mejores partidos del año y se anotó con 4 TD.

La semana 2 Ryan se echó el equipo de nuevo al hombro, pero esta vez le ganaron a unos Raiders que venían de ganar un partido increíble ante los Saints y en Oakland. Fue importante en ese partido recuperar al juego terrestre. La próxima semana le ganaron a los Saints en el complicado Superdome y luego recibían a los campeones defensores de la NFC.

Los Panthers perdieron su único partido de temporada regular en Atlanta el 2015 y venían con ganas de cobrar la revancha. En quizás el mejor partido de Ryan, destrozó a la renovada defensiva de Carolina para 503 yardas. Julio Jones ese partido tuvo 300 yardas. Para ser considerado entre los mejores, tienes que jugar y ganarle a los mejores. Atlanta se metía en una racha de partidos complicada visitando Denver, luego Seattle y recibir a San Diego y a los Packers.

En el primer partido, contra Denver, ocurrió algo que cambió la temporada para la defensiva. Luego de un primer año decepcionante, Vic Beasley fue cambiado de posición. Partió lento los primeros cuatro partidos, pero ante los Broncos se destapó con 3.5 capturas. Con un esquema calcado al que usaban los Patriots, los corredores, y en especial Coleman, abusaron de los apoyadores contrarios. Se aprovecharon del novato Paxton Lynch y le quitaron el invicto a los campeones defensores. Luego les tocaba visitar uno de los estadios menos acogedores al jugar contra Seattle. Aunque los Falcons perdieron, me quedé con una muy buena impresión de ellos. Abajo 17-3 entrando al tercer cuarto, Ryan se destapó y quemó a la Legión del Boom para 3 TD.  Mucho se habló de la jugada controversial en que Richard Sherman agarró claramente a Julio Jones, la cual permitió, con la omisión de los árbitros, que congelaran el partido. Hubo una jugada clave en 2 oportunidad donde Ryan decidió tirar un pase a doble cobertura cuando tenía tiempo de sobra para correr. No me gusta centrarme en los cobros arbitrales y no decidieron el partido, pero Atlanta jugó de igual a igual contra uno de los mejores.

Luego vino un equipo de San Diego que dio más de alguna sorpresa y le ganó en OT de visita a Atlanta. Con un 4-3 volvían los fantasmas del colapso del año pasado más que nunca, especialmente con los Packers visitando el domo la siguiente fecha. Nadie respiraba cuando con un TD de Rodgers se pusieron adelante por 6 puntos y a algunos les daba la sensación que se venía un largo año. Julio Jones ya estaba disminuido por una lesión en el tobillo más encima. No fue excusa para Ryan, quien dirigió una serie magistral que terminó con un TD de Sanu para dar vuelta el partido. Este fue el punto de quiebre, a mi gusto, del año para los Falcons. Hubo otros partidos que perdieron, pero haber quedado 4-4 hubiera llenado de dudas a este equipo. La confianza es clave y creo que les dio el empujón necesario. Ahora el calendario se despejaba y terminaron jugando de ahí en adelante solo con un equipo que entró a playoffs y con dos que tuvieron record ganador.

Así entraron a la semana libre después de su derrota más contundente del año en Philadelphia donde expusieron muchas debilidades que seguramente están anotando por el lado de los Patriots. La defensiva de ahí en adelante se puso a la altura de la ofensiva y permitieron menos de 20 puntos por partido en los últimos seis. Llegaban a la semana 13 contra un ascendente equipo de los Chiefs con record de 7-4. Aunque no fue el peor partido de Ryan, se podría decir que le costó el partido a su equipo. Primero con un pick six antes de terminar la primera mitad de Eric Berry. Se repuso y logró dar vuelta 28-27 el partido en el último cuarto, pero cuando buscaban la conversión de dos puntos fue interceptado por Berry de nuevo y quedaron abajo 29-28. Pese a la derrota recibieron una noticia lamentable, pero que les dio esperanza para tener la semana libre. La lesión de Earl Thomas, que lo dejaría fuera toda la temporada, afectó a Seattle y dejaba en buena posición a Atlanta para robarse el segundo sembrado.

En los últimos cuatro partidos los Falcons simplemente arrasaron. Ryan tuvo índice mayor a 120 en todos los partidos con 11 TD y sin intercepciones. Y eso no cuenta que muchos de esos partidos estaban acabados en el medio tiempo o en el tercer cuatro. La defensiva no permitía nada, aun cuando el otro equipo estaba desde muy temprano abandonando el juego terrestre. Hasta en el último partido contra los Saints, que ganaron por seis, fue un partido completamente engañoso. Brees infló el marcador, pero estaba acabado hace rato. Los Falcons entrarían encendidos y con una semana libre. Matt Ryan entró por primera vez como candidato al MVP de la temporada, pero todavía faltaba lo mejor.

Playoffs

Las circunstancias determinaron que Atlanta tuviera su revancha contra Seattle, quienes venían de ganarle de forma convincente a los Lions y además corrieron bien la pelota con Thomas Rawls. Una de las claves para Seattle fue partir rápido y dominar el reloj. Partieron con una serie larga que más encima termino en TD. Ese fue el único momento donde se vieron en control. De ahí en adelante Ryan fue una aplanadora. Nuevamente sacó números de Madden con índice de 125 y 3 TD sin ser interceptado. Lo que más me llamo la atención de este partido fue la defensiva. Cada receptor que tocaba la pelota era golpeado de manera bruta. Hasta Russell Wilson fue tumbado en un escape de carrera. Otra vez, el marcador fue engañoso. Ganaron “solamente” por 16 puntos, gracias a un regreso largo de patada por parte de Devin Hester que termino en TD de Wilson. El partido iba 36-13 antes de eso.

Con la derrota de los Cowboys, los Falcons jugarían de local y el Georgia Dome abriría sus puertas por un partido más antes de ser cerrado. Al igual que en el partido de New England, me llamó la atención como miraban en menos a los Falcons. Después de un excelente partido de Rodgers en Dallas, todos hablaban de la magia del #12 de los Packers y como llevaría hasta el Super Bowl a su equipo. Lo que sí era cierto es que el futuro MVP de la temporada y el mejor mariscal del 2016 estaría en ese partido, pero no vistiendo de verde y blanco. Ryan se superó a si mismo con 4 TD por aire, uno por tierra y un índice de 139.4. Eso en una final de conferencia donde llegan los mejores. En un momento, los Falcons estaban 17-0 arriba y muchos recordaban la final del 2012 donde el marcador era el mismo y terminaron quedando eliminados. No era el mismo equipo ni era el mismo Matt Ryan. Quinn convirtió a su mariscal en un líder y junto a Shanahan lo llevaron a elevar su juego al nivel que todos alrededor suyo juegan mejor. La defensiva nuevamente hizo lo suyo y destrozó a la defensiva de Green Bay. Este partido estuvo 31-0 en un minuto.  La defensiva aportó con una jugada clave, al provocar un fumble cuando Green Bay se acercaba a primera y gol. Rodgers nunca volvió a encontrar su ritmo, fue golpeado una y otra vez por una presión que llegaba de todos lados y lo interceptaron dos veces. Kyle Shanahan sacó todo el libro de jugadas al baile donde hasta ejecutaron la formación wildcat. Otra vez bailó el dueño Arthur Blank y los Falcons estaban sacando pasajes a Houston para el segundo Super Bowl de su historia.

En solo dos años Dimitroff ya reconstruyó el equipo, se ganó una extensión y llegaron a un Super Bowl. Pasó de estar en el limbo a ser uno de los ejecutivos del año. Hay que dar crédito al gran trabajo que ha hecho Dan Quinn moldeando a esta joven defensiva a una copia de la que dirigió en Seattle. Aun cuando no hay grandes nombres, la unidad es más grande que la suma de sus partes. Jugando de manera disciplinada han ido en alza y llegan su mejor momento. Quizás la parte más subestimada es los golpes que reparten, especialmente en la secundaria. Mandan un mensaje desde temprano para que los receptores la piensen dos veces antes de atrapar la pelota. Como decía en esta parte, en ambos partidos de playoffs la defensiva no tuvo piedad en golpear a todo el que se ponía delante de ellos. Ryan y Shanahan recompusieron su relación, relatado en una nota de Michael Silver, con unas cervezas en la temporada baja. Ambos sacaron lo mejor de cada uno. Ryan puede tener su primer MVP y Super Bowl de su carrera. Kyle Shanahan está listo en los 49ers para ser entrenador en jefe.

Datos y comentarios

  • Una vez clasificados a playoffs, Arthur Blank comentó que invitaría a todas las personas que trabajan en los Falcons al Super Bowl. Eso se llama una demostración de clase.
  • Por mucho que se hable del éxito de Belichick, no miren en menos a Dan Quinn que ha llegado a 3 de los últimos 4 Super Bowl. Dos de esos como coordinador defensivo de Seattle.
  • Hablando de Quinn, tiene la oportunidad de vengarse de los Patriots por el Super Bowl 49. Brady pasó por encima de su defensiva en el último cuarto y dieron vuelta un partido que perdían por 10.
  • Me imagino que nadie de la directiva de los Browns va a querer ver este partido. El 2011 pudieron tomar a Julio Jones, solo para entregárselo a los Falcons por una cantidad importante de selecciones del draft. ¿Cuantos titulares siguen en los Browns producto de esos picks? Cero. Además, Taylor Gabriel y Alex Mack estaban en Cleveland el año pasado. Los Browns ganaron apenas un partido y verán a ex jugadores suyos pelear por un campeonato.
  • Matt Ryan lleva 8 partidos seguidos anotando un TD en su primera serie.
  • Me pregunto si será una distracción la inminente salida de Kyle Shanahan a los 49ers. Dan Quinn ya pasó por esto hace dos años, pero no recuerdo que le hayan preguntado tanto o fuera tema como lo ha sido con Shanahan. Además, contrató San Francisco un nuevo GM y ya le están preguntando qué piensa de él. Veremos si es tema el domingo.

 

 

 

 

               

 

 

 

 

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