Siguiendo la secuencia de las divisiones, esta semana toca hablar de quizás la más fuerte de la liga y dos grandes candidatos al llegar al Super Bowl en su conferencia: la NFC Oeste. A todos estos equipos les tocará jugar contra la NFC Sur y la AFC Este.

Arizona Cardinals

En solo tres años los Cardinals se convirtieron en uno de los peores equipos de la liga a una de las mejores franquicias bajo el mando de Bruce Arians y Steve Keim. Al igual que Mike Zimmer, no se puede entender como tantos equipos y por tantos años dejaron pasar a Bruce Arians. Sus jugadores aman jugar por él y lo dan todo cada semana. El GM, por otro lado, ha probado ser un gran reclutador de talento los últimos años. La combinación de ellos es mejor que cada uno por separado, ya que Arians logra maximizar el talento en la cancha. El año pasado logaron llegar a la final de la conferencia por primera vez desde el 2008, solo para ser aplastados de visita por unos inspirados Carolina Panthers.

El último par de años ha sido evidente la ausencia de un caza mariscales de categoría en esta defensiva. A tal punto que tuvieron que contratar el año pasado al eterno Dwight Freeney para que los ayudara en esta área. No es que la unidad haya sido mala tampoco, todo lo contrario. Es una de las cinco mejores sin duda, pese a tener a jugadores muy poco conocidos como titulares. El problema es cuando quieres dar el salto a lo más alto y es en esas instancias donde se ha notado un ala defensiva de nombre en Arizona. Keim, en una de las movidas más grandes de la temporada baja, canjeó a Jonathan Cooper y una selección de segunda ronda a los Patriots por Chandler Jones. Este fue un canje que casi nadie habría hecho, excepto por Bill Belichick y quizás una o dos personas más.

Jones fue un gran jugador en sus años en New England, con un potencial y capacidad atlética sobresaliente. Cuando entraba en ritmo, hacía jugadas de todo tipo que podían cambiar partidos y fue un jugador importante en el equipo campeón del 2014. Quizás la gran crítica a este jugador era su falta de consistencia. Si bien es cierto que a veces se encargaba solo de cambiar el partido, habían algunos que ni te enterabas que estaba jugando. Siempre que prometía una campaña destacada, se quedaba en una solamente buena o regular. No es lo que esperas de alguien que seguramente pedirá muchos millones en su próximo contrato y que su máximo de capturas ha sido 12.5 en una temporada.

Una de las razones de la salida de Jones fue su problema con drogas, que lo llevó a internarse en la mitad de los playoffs por intoxicarse con marihuana. Una decisión poco inteligente para alguien que estaba en su cuarta campaña. La mayoría de los equipos se mantienen alejados de jugadores de este tipo, pero estos problemas no son nuevos en Arizona. Los Cardinals tomaron a un talentoso, pero problemático Tyrann Mathieu hace unos años cuando muchos equipos lo dejaron pasar y lo convirtieron quizás en el mejor profundo de la liga. El mismo Bruce Arians tuvo problemas de disciplina en su juventud, razón por la cual logra motivar y enderezar a jugadores problemáticos.

Para este año, el equipo está en modo “win now” dado el nivel de talento general en casi todas las posiciones. En la posición de mariscal están seguros con un Carson Palmer que tuvo una gran temporada el año anterior. Dirigiendo una de las ofensivas más explosivas de la liga, sin mostrar signos de decaimiento por la edad y bajo el mando de Bruce Arians, Palmer tiene el personal y la capacidad para repetir otro gran año y no tengo muchas dudas de que es probable que así sea. Las dudas sobre este jugador son por su rendimiento cuando más importa: en playoffs. En los dos partidos que jugó en esta instancia en la temporada 2015 tuvo 4 TD contra 6 intercepciones y completó menos del 60% de sus pases además de tener 3 balones sueltos. Serían 9 pérdidas en solamente dos partidos! Y eso no dice la mitad de lo mal que se vio contra Carolina en la final de conferencia donde tuvo 1 TD y 4 intercepciones. Pese a ser un veterano de muchos años, Palmer tiene que demostrar mucho en esta temporada y sobre todo cuando llegue enero.

El año pasado el novato David Johnson fue una revelación y un gran acierto de Keim al tomarlo en una ronda más baja. Esta temporada se espera que sea de los corredores protagonistas de la liga, algo que se ve posible dada su gran habilidad por tierra y atrapando pases de una ofensiva explosiva como la de Arizona. Su capacidad para romper tackles es notable y al sumarle su velocidad tienes el potencial de una gran campaña por delante. Como relevo está Chris Johnson, quien vio renacer su carrera con este equipo solo para lesionarse y ver el fin de su temporada de forma prematura. Este año volverá sano y será importante para mantener a D. Johnson fresco a medida que va avanzando el año. Esta dupla de corredores debe ser la mejor que hay en la liga, solo comparada quizás a la de Bell y Williams en Pittsburgh.

La línea ofensiva tiene dos puntos de contrastes. Tuvieron una adición importante al contratar a Evan Mathis de los Broncos. Sumado a Alex Boone, quien llegó el año pasado, los Cardinals tienen a dos de los mejores guardias bloqueando por tierra. Y eso siempre es bueno cuando tienes a dos corredores talentosos y si quieres sacarle presión a Palmer. La parte más preocupante es la de los tackles ofensivos. Solo uno de los siete jugadores en esa posición, el tackle izquierdo, tiene experiencia como titular en la NFL. No es necesariamente algo malo, pero la experiencia también es importante en la liga y sobre todo en esta unidad. Requiere mucho tiempo de coordinación y práctica. En la final de la NFC vieron como la defensiva de Carolina se anotó con 4 intercepciones, 3 capturas y dos balones sueltos. La línea ofensiva fue superada sin piedad y no ayudó a los Cardinals que antes de que se dieran cuanto el partido se les fue de las manos. Antes de que terminara el primer cuarto iban 0-17 y de visita contra uno de los mejores equipos de locales en la liga. Esta conferencia tiene unas muy buenas defensivas, partiendo en su división, y los podrán explotar por los lados si no mejoran.

Por otro lado, el cuerpo de receptores es de lo mejor que hay en la liga. De hecho, creo que no hay mejor trio de receptores que el de Fitzgerald – Floyd – Brown. El primero de ellos sigue estando dentro de los mejores de la liga, aunque no al nivel de su épica post temporada del 2008. Su movida a receptor en la ranura dio resultados y se ha mantenido vigente. En el partido contra Green Bay en la ronda divisional fue el jugador clave, especialmente por su recepción donde recorrió casi toda la cancha y terminó asegurando después con el TD definitivo. Floyd finalmente dio el saltó el año pasado y es el receptor principal en una de las mejores ofensivas de la liga. No hay razones para creer, salvo alguna lesión, de una baja importante este año. Para complementar a los dos anteriores, John Brown sigue haciendo justicia a su nombre de “Smokey” con su increíble velocidad. Cumple el rol de estirar la cancha que es tan necesario en la mayoría de los equipos para abrir espacios, además de contribuir con 1.000 yardas y 7 TD el año pasado. La posición de ala cerrada es débil en general, pero Gresham aporta con lo necesario en esta ofensiva.

La defensiva es de las mejores de la liga, aunque no está exento de dudas, partiendo por las lesiones de varios jugadores.  El año pasado vieron como una ofensiva sin Jordy Nelson y Randall Cobb y con James Jones junto a Jeff Janis los complicó al punto de empatar con dos pases largos de Janis, el último de ellos en un Hail Mary. Sin duda esta unidad no fue la misma después que se lesionó Tyrann Mathieu y los terminó complicando en playoffs.

Los siete frontales eran muy buenos y ahora mejoraron increíblemente con la adición de Chandler Jones. Calais Campbell es una bestia por el medio, le llega al mariscal y tapa a los corredores con una facilidad increíble. Hay veces que destruye a las líneas ofensivas contrarias por su cuenta. De los linebackers, por el lado externo Jones se alineará con Markus Golden quien jugó de gran forma el año pasado como novato. Sus números pueden mejorar considerablemente al tener un compañero que atraiga muchas marcas del lado contrario. El novato Nkemdiche esperará aportar como caza mariscales en situación específicas de pase. En el medio, Deone Bucannon logró hacer la transición de safety a linebacker de forma exitosa. Con unos grandes instintos, buenas coberturas, velocidad y capacidad para golpear será una pieza clave deteniendo el ataque terrestre y cubriendo alas cerradas y corredores contrarios.

La secundaria es quizás una de las unidades más enigmáticas. Tienes a dos jugadores que son, para muchos, los mejores en sus puestos en Patrick Peterson y Tyrann Mathieu. El esquinero tiene una gran capacidad atlética y logra casi siempre opacar a los receptores contrarios. Además, tiene unas grandes manos y cuando intercepta un pase es muy posible que lo devuelva hasta la zona de anotación. Es un aporte en equipos especiales devolviendo patadas y hace todo lo que le piden. Por otro lado, Mathieu en el poco tiempo que lleva es para algunos el mejor profundo de la liga. Cierra la cancha a una velocidad impresionante, tiene gran capacidad para reconocer jugadas, es un excelente tackleador y también, al igual que Peterson, tiene buenas manos junto a ser uno de los mejores profundos cargando al mariscal. Ambos ayudan a cerrar un porcentaje importante de la cancha. El problema es que el profundo está recuperándose de una lesión y es casi seguro que se pierda el inicio de la temporada. El segundo esquinero, Justin Bethel, también se acaba de lesionar, por lo que esta defensiva puede verse muy perjudicada en un comienzo. Sumaron este año a Tyvon Branch al equipo para ayudar desde la banca, pero quizás tenga que partir como titular con las lesiones.

Se viene un año difícil para los Cardinals donde nada menos que el Super Bowl será considerado un éxito. El equipo está armado casi hasta los dientes, pero no se puede ignorar lo mal que se vieron en playoffs el año pasado sumada a algunas lesiones preocupantes. Lo que queda claro es que eventualmente todos se deberían recuperar para las primeras semanas, pero será una situación a seguir. Por otro lado, tengo toda la confianza en que Arians arreglará los problemas a medida que vaya avanzando la temporada. La pregunta es si será suficiente para ganarlo todo. Será vital ganar la localía en playoffs. Justamente tienen que visitar a Carolina en la temporada en un partido que puede ser determinante para ver quien tiene el mejor record de la conferencia. Para mí, Arizona es el mejor equipo de su división. Está por verse si terminan como campeones este año.

San Francisco 49ers

Es difícil de creer que este equipo pasó de estar en tres finales seguidas de conferencia y un Super Bowl a ser quizás peor equipo de la NFC. La salida de Jim Harbaugh junto a una cantidad ridícula de retiros terminaron bajando a tierra a este equipo. Mientras estuvo Harbaugh este era un equipo temible, sobre todo a la defensiva. Un último año marcado por problemas con el GM terminaron sacando al entrenador más exitoso del último tiempo de esta franquicia. Trent Baalke consideraba que no recibía el crédito suficiente por llenar a este equipo de talento y que cualquiera podría tener éxito. Solamente duró un año el experimento de Jim Tomsula, por lo que no fue un pensamiento muy acertado probablemente.

En la agencia libre podrías resumir en 3 líneas los movimientos de los 49ers, lo que no es bueno considerando la falta de talento en el equipo y el espacio en el tope salarial. La gran movida vino en el puesto de entrenador al contratar a Chip Kelly. Algunas personas dirán que fracasó de forma estrepitosa en Philadelphia, una afirmación que tiene algo de cierto y falso.

Cierto porque Kelly se fue en una temporada donde algunos lo proyectaban para ganar el Super Bowl. También porque el rol simultáneo de entrenador con GM le quedo claramente grande. Tuvo la oportunidad de armar el equipo a su manera y los resultados están a la vista. Tres de los jugadores que eligió personalmente están en otros equipos y fueron, para ser generosos, muy decepcionantes. Maxwell llegó con un contrario millonario para ser un colador, Kiko Alonso estuvo alternante entre lesiones e inconsistencias y Demarco Murray fue uno de los corredores menos eficientes de la liga un año después de ser el mejor.

Para ser justos, no es el primer entrenador ni será el último que tendrá problemas en combinar ambos puestos directivos. Fue una de las razones que terminó sacando a Andy Reid de Philadelphia. Incluso Bill Belichick tuvo problemas para rearmar su equipo una vez que se retiraron jugadores históricos como Teddy Bruschi, Rodney Harrison, entre otros.

La buena noticia es que se sacará una presión inmensa y se dedicará a lo que más sabe: ser entrenador de fútbol americano. Reid lleva buenas temporadas en Kansas City al dedicarse de lleno al puesto que lo convirtió en un hombre exitoso en la liga. Chip Kelly en sus dos primeros años tuvo 10 partidos ganados y clasificó a playoffs en una ocasión. El antiguo entrenador de los Ducks sabe lo que hace y ahora tendrá la oportunidad de tomar a un equipo con pocas expectativas, lo contrario a Philadelphia. Atender las necesidades del personal de tu equipo puede ser una tarea cansadora y demandante, algo que te puede sacar la concentración de entrenar a tu equipo y ponerlos en la mejor situación de ganar.

Para algunos que creen que no tiene nada de especial ganar 10 partidos en la NFL, ¿cuántos años llevan los Browns, Raiders, Bills, entre otros sin llegar a ese número? El año pasado ganó un partido en el Gilette Stadium, algo muy difícil en la era Belichick – Brady.

Para ir al equipo, este es uno de los pocos donde el puesto de mariscal titular está abierto. Al igual que con la salida de Jim Harbaugh, pareciera que fue en otra década cuando Colin Kaepernick tomó a la liga por sorpresa y se convirtió en uno de los pasadores más explosivos de la liga. Hoy en día sigue en el equipo básicamente porque no consiguió un equipo que aceptara un intercambio por él. Los 49ers están amarrados a él por un contrato millonario y tampoco se pueden deshacer del jugador. Estuvo cerca en los Broncos, pero no querían pagar lo que pedían. Su nivel ha decaído a tal punto que ahora pareciera que será reserva de Blaine Gabbert. Si, el mismo Gabbert que fue un desastre en los Jaguars y uno de los peores picks de primera ronda de los últimos años. Corre con ventaja, ya que tuvo un buen cierre la temporada anterior y cuenta con buenas opiniones de compañeros de equipo o sus entrenadores.

Independiente del jugador elegido como titular, ambos se podrían beneficiar de jugar en la ofensiva abierta de Chip Kelly. Incluso, Kaepernick tendrá una buena oportunidad de revivir su carrera, al igual que Kelly reivindicar la suya. El entrenador nunca ha contado en la liga profesional con un mariscal que sea amenaza tanto por aire como por tierra. Creo que todos recordamos todas esas corridas en playoffs de la temporada 2012 y sabemos lo peligroso que puede ser cuando encuentra espacios.

En la posición de corredor, Carlos Hyde también tendrá la oportunidad de brillar en el sistema de corridas de zona. Su agilidad lateral y buenos cortes le darán la oportunidad de destacar este año. El año pasado tuvo algunos grandes partidos, pero finalmente se perdió casi toda la temporada por lesión. A Kelly le encanta atacar por tierra y Hyde es una excelente opción para hacerlo de forma consistente. Tratarán de sumarlo al juego de pase este año para poder implementar la ofensiva rápida que caracteriza a este entrenador.

Los receptores deben de estar dentro de los tres peores grupos de la liga. Si sacas a Torrey Smith, no hay nadie que logre generar respeto en las defensivas contrarias. Si sacas del partido al receptor principal con una doble marca, entonces las opciones prácticamente se acabaron. Es una de las razones por la cual los 49ers tuvieron problemas ofensivos el año pasado. Mirando a las alas cerradas, el escenario es igual o peor. ¿Será capaz Chip Kelly de lograr que el sistema sea suficiente para esconder la falta de talento? Es posible, pero será clave un buen ataque terrestre que logre atraer jugadores contrarios a la caja.

La línea ofensiva, una de las anclas de la era Jim Harbaugh, terminó de perder sus dos guardias titulares para este año. De la línea ofensivo que comenzó el Super Bowl solo queda Joe Staley. El tackle izquierdo es superior al promedio, lo que es bueno considerando la importancia de este puesto, pero la inexperiencia y falta de talento en la línea es llamativa. Quizás el punto bueno es que Anthony Davis, ex tackle derecho, salió de su retiro de un año y volvió al equipo. Sin duda que es un gran jugador y fue una pérdida el año pasado para un equipo en necesidad de jugadores de categoría. Aun con su vuelta, no es llegar y entrar después de una ausencia tan larga. De volver a su nivel, la línea quedaría muy bien armada por los costados. En la parte interna, es mucho más preocupante el escenario. Aun con un mayor talento, los jugadores se tendrán que acostumbrar a un tipo de sistema de bloqueo y jugadas que trae Chip Kelly. Será esencial el funcionamiento de esta unidad para abrirle espacios a Carlos Hyde.

A la defensiva, el equipo está muy entusiasmado con la línea defensiva. Tienen a dos jugadores de primera ronda reclutados en años consecutivos y que además jugaron en la universidad juntos. La mala noticia es que el tackle defensivo Ian Williams, a quien recientemente le extendieron el contrato, está lesionado y no hay nada de profundidad o talento en ese puesto. La suerte de esta defensiva puede estar muy ligada al cumplimiento de las expectativas de Buckner y Armstead. Vale la pena destacar que la transición de alas defensivas del colegial al profesional debe ser uno de las más lentas, por lo que no será fácil.

Los apoyadores es un grupo bueno, pero no espectacular. NaVorro Bowman ya lleva dos años de recuperación de su terrible lesión de rodilla. El año pasado mostró momentos brillantes, pero también falta de ritmo a veces. Será una de las claves para que este equipo sorprenda a algunos que Bowman vuelva a su nivel anterior de All Pro por 16 partidos. Sigue siendo un tackleador feroz, fue el líder de la liga en esta categoría, y espero que esté totalmente recuperado para este año. Ahmad Brooks sigue en el equipo, pese a que todos los años pareciera que está fuera. Si bien no es un jugador sobresaliente, cumple su rol y aporta año tras año al equipo. El equipo se podría beneficiar de un poco más de presión de los apoyadores externos.

En la secundaria, tienen a un grupo de esquineros del promedio con suerte. No son buenas noticias cuando tienes que jugar dos veces al año contra Wilson y Palmer, además de Newton, Ryan, Brady, entre otros. Salvo un par de palizas al principio de la temporada, la defensiva y los esquineros jugaron algo mejor en la segunda mitad. Tampoco fue fácil ganar partidos con una ofensiva que superó los 20 puntos en solamente 3 partidos. Si, tres. En general, no vas a ganar muchos partidos de esa forma. Los profundos deben ser el grupo más fuerte del equipo. Antoine Bethea y Eric Reid forman una gran dupla, la cual ayuda a esconder algunas falencias de sus compañeros. No se les escucha normalmente en las grandes parejas de profundos, pero juegan mucho más del bajo perfil que tienen por jugar en un equipo perdedor.

Probablemente será otro año largo para los fanáticos de los 49ers. Es más, no me sorprendería que sean el peor equipo de su conferencia. Por otro lado, estoy entusiasmado por ver como este equipo se adapta a Chip Kelly. Tomó una decisión inteligente en tomar un equipo en reconstrucción y con bajas expectativas. Hay gente que cree que Kapernick puede revivir su carrera con Kelly, cuéntenme como uno de ellos. Sin embargo, las relaciones entre el jugador y sus directivos no son de la mejor. Es probable que no vuelva al equipo si falla este año.

Los Angeles Rams

            Mientras escribía el nombre del equipo, se me había olvidado que cambiaron de ciudad y tuve que corregirlo. Pese a que tuvo movidas muy ruidosas en la agencia libre y el draft, ninguna superó al cambio de ciudad. Los Angeles no veía un equipo desde que los Raiders volvieron a Oakland. Será interesante porque, en primer lugar, no es un hecho que ocurra muy seguido y para muchos será la primera vez que lo veamos.

Pensé que el año pasado sería el final de Jeff Fisher y Les Snead después de cuatro años sin una temporada ganadora con un equipo talentoso. El canje por Robert Griffin III les permitió reclutar a muchos jugadores que contribuyen hoy en día al equipo, pero jamás eligieron un mariscal. Después de varios intentos con muchos mariscales, se decidieron a canjear por el primer pick del draft para tomar a Jared Goff. Me pregunté en el minuto, por qué no lo hicieron inicialmente con RGIII, pero cada equipo tiene su forma de evaluar talento y es cierto que ayudó a mejorar al equipo en varias áreas.

El tipo de intercambio que acaban de realizar Fisher y Snead es del tipo que te convierten en genio o te mandan a buscar trabajo a final de la temporada. Pese a sorprenderme cuando no despidieron a ambos, era una movida que tenía sentido al mover un equipo a una ciudad nueva y que podría beneficiarse de un poco de estabilidad. Aun con el traslado a LA, no los exime de estar en peligro o al menos pensé inicialmente. Luego, un seguidor de los Rams en twitter (@SantorumCL) me indicó algo que no tenía contemplado. El dueño del equipo es el mismo que del Arsenal en Inglaterra.

En ese club, Wenger lleva muchos años sin ganar algo importante y sigue en su cargo. Es posible que el dueño no le interese mucho ganar partidos mientras gane plata o que simplemente sea muy paciente. Salvo una temporada verdaderamente para el olvido, es muy posible que sigan con sus trabajos pese a tener otra temporada perdedora o .500. Incluso, en marzo discutieron una extensión de contrato, algo que me cuesta entender.

Respeto a los dueños que dan al menos tres años a un entrenador/GM para rearmar un equipo, pero Fisher ya lleva suficiente tiempo para tener una opinión formada. De hecho, no tiene una temporada ganadora desde el año 2008. Es cierto que no ha contado con un mariscal franquicia, ese año 2008 tampoco, pero oportunidades no le han faltado para reclutar a uno. Al menos ahora tiró los dados, pero es una apuesta riesgosa. Está por verse el apoyo que darán los fanáticos de Los Angeles a una mediocridad constante, pero sería una de las opciones para forzar al dueño por un cambio importante.

En la agencia libre y el draft, ciertamente lo más llamativo fue el intercambio “millonario” con los Titans por tomar a Goff como el primero global. Sin embargo, hubo muchos movimientos en esta franquicia. Tenían una cantidad importante de agentes libres y a muchos no los pudieron retener. De hecho, sus dos esquineros iban dirigidos a la agencia libre y solo pudieron mantener a uno. Fue una decisión controvertida para muchos el hecho de designar como jugador franquicia a Trumaine Johnson sobre Janoris Jenkins. La posición de esquinero no es barata y no había forma de retener a los dos, pero el tiempo dirá si fue una decisión acertada. También dejaron ir a Rodney McLeod, por lo que tienen dos titulares menos en su secundaria para este año.

De igual forma, este equipo lo puede suplir con presión al pasador donde tienen jugadores que pueden llegar por varios lados. William Hayes es uno de ellos, quien renovó por varios años después de varios años de producir de manera consistente. Quinton Coples también ayudará a darle profundidad a una línea cargada de talento. La salida de Nick Fairley puede perjudicar en la profundidad del puesto, pero no en la calidad misma. Del lado contrario, Tim Barnes volvió para dar continuidad a una subvalorada posición de centro.

Para este año, como he comentado, los Rams se decidieron a parar el carrusel de mariscales reclutando a Goff. El ex jugador de la Universidad de California parecía como el jugador más listo entre él y Carson Wentz para iniciar este año en la liga profesional. Esta fue una de las razones más importantes para decidirse al momento de anunciar su primera selección. Todos estaban, hace un par de meses, poniendo a Goff como titular, pero hoy no parece para nada seguro. En primer lugar, tuvo unas OTA muy poco prometedoras. No es que sea algo raro en un novato, ya que el ritmo y velocidad del universitario al profesional es un mundo de diferencia.

El problema es que esas eran prácticas sin el equipamiento completo. Si tiene problemas con eso, puede ocurrir que enfrentar un partido en vivo puede no sea manejable para él. Nuevamente, no es raro que ocurra, solo que al entregar un botín de selecciones esperas que tu jugador tenga una mejor transición. De hecho, ya para el primer partido de pre temporada se anunció que el mariscal titular será Case Keenum y no Goff. Si bien hay reportes de que ha mejorado  en el campo de entrenamiento, algo esperable, al parecer no se considera que el avance sea suficiente. Ya hay analistas diciendo que deberían sentar a Goff esta temporada.

Hay casos de mariscales que se han beneficiado de esperar y aprender detrás de un mariscal experimentado. Casos como el Aaron Rodgers con Brett Favre o Steve Young con Joe Montana. El problema es que Keenum no es ni un Favre o Montana. Es un mariscal bajo el promedio. Un jugador con record de 5-10, aunque partió 0-8 su última temporada en Houston. Se le puede conceder que cerró bien el año pasado, cuando se le dio la titularidad, ganando 3 de sus últimos 4 partidos. Tampoco es que sea signo de tranquilidad lo anterior, ya que si Goff no le puede ganar la competencia a Keenum me preocuparía mucho como entrenador o directivo considerando lo que pagaron.

Independiente del mariscal, este equipo tiene el mismo problema de hace años con sus receptores. Siguen sin saber cómo usar a Tavon Austin, quien no ha superado las 500 yardas en una temporada por aire. El mismo jugador por el que dieron tres selecciones de draft en el intercambio con los Bills. Si bien el mal juego de los mariscales de los Rams ha sido evidente, tampoco es excusa para producir números tan pobres. Gran parte de la culpa también recae en coordinadores ofensivos poco eficientes. Kenny Britt es un jugador talentoso, pero que se ha visto involucrado en más problemas fuera de la cancha que jugadas espectaculares. Brian Quick tampoco parece ser la respuesta. Jared Cook se fue como ala cerrada dejando solo a Lance Kendricks como opción viable atrapando pases.

Las buenas noticias es que, en general, este equipo no necesita en gran medida a sus receptores. Esto se debe a que tienen a uno de los mejores corredores en Todd Gurley. El año pasado, Gurley superó las 1.100 yardas en solo 12 partidos iniciados sumado a sus 10 TD  y un año después de romperse el ligamento en la universidad. Para esta temporada, la recuperación estará completa y debería jugar los 16 partidos. Al jugar en un lugar que se enfoca en el ataque terrestre, no hay razón para pensar que Gurley no pueda estar dentro de los mejores tres mejores corredores o incluso siendo el líder de la liga. De todas formas, esto puede variar mucho dependiendo si el equipo va ganando o perdiendo, provocando un eventual abandono del juego terrestre. También le ayudaría que el mariscal titular sea una amenaza media y aleje a gente de la caja de protección.

En su primer año, Gurley demostró velocidad, agresividad y buena capacidad para cortar entre los tackles o hacia afuera. Una de sus especialidades es rematar bien los partidos cuando la defensiva contraria se empieza a cansar. Una muestra de ello fue en la semana 4 ante los Cardinals, donde simplemente arrolló a una excelente defensiva y terminó cerrando el partido casi por su cuenta. Un gran atributo demostrado el año pasado fue su inteligencia, especialmente para ser novato.

La línea ofensiva es, en general, mediocre. Gurley abrió espacios muchas veces pese a ellos. Greg Robinson todavía no despega y corre riesgo de convertirse en fiasco del draft en el corto plazo. Tim Barnes volvió como centro, lo que podría ayudar a la continuidad en la línea. El rendimiento de Saffold es aceptable, pero tampoco es un guardia de otro planeta. El lado derecho de la línea es débil derechamente. Más allá de la contribución que le puedan dar a Gurley, tienen que proteger a su mariscal. De querer desarrollar a Goff tienen que, al menos, mantenerlo en pie y darle tiempo para que lea sus opciones.

A la defensiva, el escenario es mucho más alentador.  En la línea defensiva, todo parte en el medio con Aaron Donald. El jugador de tercer año ya está dentro de los mejores tackles defensivos de la liga, para mi es el mejor sobre Suh, Fletcher Cox, Geno Atkins, entre otros. Donald tiene una rara combinación de fuerza y velocidad para alguien de su tamaño. A través de movimientos precisos y un buen primer paso, logra dejar atrás a los jugadores ofensivos de manera continua. Está promediando 10 capturas por temporada, lo que es una enormidad para un jugador de la posición. Además es una fuerza bloqueando por tierra a los jugadores contrarios. Michael Brockers es un buen complemento   y son una dupla difícil de superar. Robert Quinn volverá después de quedar fuera por lesión la temporada pasada. Cuando está sano, es uno de los mejores caza mariscales de la liga como lo demostró en la temporada 2013. La espalda, lesión que lo marginó el 2015, puede ser complicada para esa posición. William Hayes se beneficiará de jugar del lado contrario a Quinn y tendrá sus oportunidades de acumular capturas.

En los apoyadores, Alec Ogletree sostiene el medio de la cancha. En su cuarta temporada, es un buen jugador sin ser espectacular. Era el líder tackleador el 2015 cuando se lesionó por una fractura de tobillo y lo dejó fuera por el resto del año. Es importante para afirmar la defensa contra el juego terrestre. Mark Barron, el safety convertido a profundo, fue recontratado este año después de una buena temporada el año anterior. Después de un inicio decepcionante en la liga, creen que empezará a crecer y se convertirá en un mejor jugador.  Akeem Ayers estará en la parte externa, tratando de presionar a mariscal y cerrando las esquinas. No es el grupo más increíble, pero pueden beneficiarse del juego de una excelente línea defensiva.

La secundaria tendrá nuevas caras con la salida de Jenkins y McLeod. Trumaine Johnson tendrá motivación para ganarse un gran contrato después de estar etiquetado como jugador franquicia. Si juega bien, los Rams no podrán negarle un contrato a largo plazo. EJ Gaines entrará como segundo esquinero y tendrá que suplir una producción importante de Jenkins. TJ Mcdonald tratará de volver de su lesión de hombro para afirmarse como profundo titular. En defensa de los Rams, los dos jugadores que se fueron tenían buenos números, pero también tenían intervalos grandes de inconsistencia.

Año interesante para los Rams, que vienen a una nueva ciudad a tratar de ganarse una nueva fanaticada. Desde hace unos dos o tres años se dice que este equipo está a un mariscal de estar dentro de los mejores de la liga y esperan que finalmente sea Goff el que lo haga. La pregunta es si será este año o si será bajo Jeff Fisher. Tratarán de copiar lo hecho el año pasado por los Broncos, pero dudo que les alcance especialmente en esta dura división. Anoten a este equipo con otra temporada más de 8-8 o menos.

Seattle Seahawks

            Una de las grandes razones para el reciente éxito es la gran capacidad para identificar y desarrollar talento en el draft. El tema es que esa también ha sido uno de sus mayores problemas, al sufrir la salida de titulares del equipo cada año porque no le pueden pagar a todos. Han perdido titulares de forma sistemática en los últimos años y eventualmente empieza a pesar en algunas posiciones. Es cierto que hay un increíble núcleo de talento contratado por varios años, pero esas pequeñas piezas que pierdes pueden hacer la diferencia entre ser contendiente y ganar un campeonato.

Perdieron a cuatro titulares este año, dos de ellos en la línea ofensiva. Esta unidad ha sufrido grandes pérdidas desde que llegaron al primer Super Bowl. De hecho, del equipo que ganó el 2013 no queda ningún titular en esta unidad. De los que iniciaron el 2014, solo queda un jugador. El año pasado se notó la rotación y Russell Wilson estuvo corriendo por su vida la mayoría del tiempo. Cuando más se noto fue en la ronda divisional cuando fueron aplastados por los Panthers en solo una mitad.      

A la defensiva, Brandon Mebane se fue y dejó al equipo sin ninguna opción probada como tackle defensivo. Quizás la pérdida más sensible vino por parte de Bruce Irvin quien es un buen caza mariscales. Nunca ha superado las 10 capturas en una temporada, pero tampoco jugaba a tiempo completo y entraba en situaciones de pase.

Fuera de las pérdidas anuales de jugadores, esta es una de las franquicias más estables y mejor dirigidas en los últimos años. Pete Carroll y John Schneider han hecho un tremendo trabajo al transformar un equipo sin mayor historia en uno donde muchos ahora quieren jugar. Manejan un buen ambiente, relajado, pero intenso con un Carroll que parece creer que no envejece nunca.

Russell Wilson tuvo una temporada de contrastes el año pasado. Hasta la semana 8, llevaba solo una relación TD – Int de 9-6. Es decir, un poco más de una anotación por partido y casi el mismo número de intercepciones. Sin embargo, en los últimos 7 partidos estuvo totalmente encendido con 24 TD contra solo una intercepción. Unos números increíbles que empatarían records de mantenerse durante toda una temporada. Más fácil decirlo que hacerlo, pero creo que el mariscal de Seattle fue el mejor de la liga en la segunda mitad de la temporada.

Para este año mantendrá a sus receptores intactos, volverá Jimmy Graham de una lesión que lo marginó gran parte de la temporada. Wilson tiene una gran precisión en pases largos y es una amenaza constante para escaparse por tierra. No tiene el porte de Newton, pero puede dejar atrás incluso a los defensivos más rápidos. Aun así, fue capturado en muchas ocasiones y en el resto corría por su vida. Es probable que este año tenga que correr más aún. En playoffs, contra dos defensivas de primer nivel, fue interceptado 3 veces y capturado 5 veces junto a otro balón suelto.

La línea ofensiva, como comente en la primera parte, será el grupo con más que probar este año. En un plazo de dos años se han ido Carpenter, Max Unger y JR Sweezy junto a Russell Okung. Este último no tuvo un buen año el 2015, en parte por lesiones y también por falta de consistencia. Se fue a Denver por un contrato ridículamente bueno para su actual equipo. Sweezy tampoco tuvo de que jactarse mucho, ya que fue uno de los peores guardias bloqueando por tierra. Sin embargo, toma mucho tiempo que una línea entre en ritmo. Muchas repeticiones y partidos, errores y sobre todo coordinación. De los cinco titulares proyectados, todos son nuevos en el equipo o jugarán en una posición distinta a la del año anterior. Tom Cable es uno de los mejores entrenadores de línea en la liga, pero tampoco puede hacer magia.

Después de muchas corridas históricas, se retiró Marshawn Lynch. No solo se le extrañará por su aporte en la cancha, ya que su personalidad extravagante dio origen a muchos episodios y frases divertidas. Aun cuando el 2015 fue un jugador irrelevante estadísticamente hablando, era el corazón del equipo mientras estuvo en Seattle. Cuando Lynch empezaba a abrirse espacios, botando a todo el mundo de por medio, el equipo tomaba una tremenda energía y levantaban su juego.

Para este año, hay una gran cantidad de jugadores que competirán por ser el titular o tener un aporte relevante. Thomas Rawls tomó la responsabilidad mientras Lynch no estuvo y de gran manera. Incluso superó las 200 yardas en un partido, algo que Lynch nunca hizo. El problema es que viene de fracturarse el tobillo y al día de hoy no se ha recuperado al 100%. Está cerca de volver, pero una cosa es entrenar y la otra la de soportar la carga 20-25 veces por partido. Christine Michael, al parecer, está dejando sus problemas de inmadurez atrás y podrá suplir o complementar a Rawls. También reclutaron en el draft a dos corredores novatos que darán profundidad en el puesto.

En cuanto al grupo de receptores, se tomó la decisión inteligente de traer a Jermaine Kearse de vuelta. Pese a no ser el jugador más vistoso, aportaba con jugadas grandes en momentos importantes. Doug Baldwin ya tuvo su extensión de contrato y de manera muy merecida. La racha para cerrar la temporada Wilson coincidió con 4 partidos donde el receptor tuvo 10 TD, terminando con 14 anotaciones en la temporada y también superó las 1.000 yardas. Será vital para liderar una ofensiva que probablemente cambiará su orientación este año. Otro factor clave será Tyler Lockett. Se espera que dé el salto para este año, pero el segundo año para los receptores siempre es difícil. Lo positivo es que no tiene que cargar con el peso de la ofensiva y, al ser el tercer receptor, enfrentará a esquineros más vulnerables.

Como ala cerrada, volverá Jimmy Graham de su lesión. Después de un intercambio con los Saints, Graham llegó como la última pieza de un equipo casi perfecto. La realidad no fue así, ya que, entre otras cosas, la temporada de este jugador fue una decepción. Logró superar las 100 yardas en un solo partido y tuvo solo dos anotaciones. Su lesión no es fácil para volver a jugar y todavía no llega a estar recuperado totalmente. Los Seahawks se pueden dar el lujo de esperar con Luke Wilson como póliza de seguro.

En la línea defensiva, siguen Michael Bennett y Cliff Avril como alas defensivas combinándose para 19 capturas el año pasado. Bennett sigue quejándose por su contrato y sin esconder su malestar de ese o cualquier tema. Esta semana fue expulsado de la práctica por pelear con un compañero y espero que se vaya tranquilizando a medida que avance la temporada. Avril es de más bajo perfil, pero veo bajando un poco su nivel este año. Fuera de ellos, no hay muchos presionadores probados. En el medio, con la salida de Mebane, Jarran Reed será el titular. No es un jugador con experiencia, pero tampoco se le pedirá mucho por ser novato en un puesto con poca profundidad.

En los apoyadores puedes encontrar una de las mejores duplas en la liga con K.J. Wright y Bobby Wagner. El último es un jugador con excelentes instintos, manos y capacidad para tacklear. El 2014 le dieron un voto para MVP de la temporada por la remontada que tuvo la defensiva después que volvió de una lesión. Es un líder en el vestidor y hace de todo para el equipo. Wright es un jugador dinámico que puede presionar y tapar en cobertura. Además, es un muy buen tackleador (terminó con 116 el año pasado). Hay especulaciones de que Brandon Browner haga una transición de esquinero a apoyador. Creo que después de su último año en los Saints ya nadie quiere verlo jugar en la secundaria de todos modos.

En la secundaria, la legión del Boom sigue vigente. Este año el inicio debería ser mejor que el año anterior. Kam Chancellor el 2015 volvió, después de auto marginarse por una disputa salarial, en la semana 3 y le costó entrar en ritmo una vez de vuelta. Earl Thomas venía de una lesión de hombro y fue recuperándose a medida que avanzó la temporada. Cuando están sanos, no hay mejor duo en la liga. Thomas es un jugador inteligente y con gran capacidad para diagnosticar jugadas. Chancellor es duro y te puede mandar a otro planeta con sus golpes.

Richard Sherman sigue como un esquinero dominante, aunque el año pasado fue más bajo que su estándar, a mi gusto. Aun al 80% – 90%, los mariscales contrarios no tratan de probar mucho por el lado donde ronda el 25 de Seattle. Jeremy Lane tuvo una extensión de contrato y se ubicará en el lado contrario. Si bien es un jugador que cumple, está bajo el nivel de los jugadores mencionados anteriormente en la secundaria. Además, nunca ha tenido mucha consistencia durante toda una temporada. De hecho, este año por primera vez interceptó un pase en temporada regular (tuvo 2). Puede ser un jugador a explotar este año.

Otra temporada más donde el único estándar en Seattle es ganar el título, pero da la impresión que por primera vez en un tiempo llegan con más dudas que respuestas. Como funcionará la línea ofensiva? Le darán tiempo a Wilson o abrirán espacios en el juego terrestre? Pesará el retiro de Lynch? Hay suficientes jugadores que presionen al mariscal contrario? Como suele ser la costumbre de los últimos años, Carroll encontrará las respuestas, la pregunta es si serán a tiempo para llevar el equipo a otro Super Bowl. Se han ganado, al menos, el beneficio de la duda.

 

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