Siguiendo la secuencia de las divisiones, esta semana toca hablar de una que metió a dos equipos en playoffs la temporada anterior, uno que sorprendió más de lo esperado y otro que dio vuelta su rendimiento en la segunda mitad: la NFC Norte. A todos estos equipos les tocará jugar contra la NFC Este y la AFC Sur.

Chicago Bears

Quizás la pérdida más grande esta temporada baja fue la pérdida de Adam Gase, quien se fue a Miami como Entrenador en Jefe. El antiguo coordinador ofensivo de los Broncos rompió todos los records con Peyton Manning el año 2013. Aun con un siempre incierto y conflictivo Jay Cutler, Gase logró sacar el máximo de su mariscal y lo llevó a tener un buen año pese a muchas ausencias de sus receptores por lesión. Guste o no, el destino de los Bears siempre está amarrado a lo que pueda hacer, o no, Cutler.

De todas formas, John Fox siempre le ha gustado ganar con una defensa temible y un juego terrestre dominante. Ha llevado a dos equipos distintos al Super Bowl y si logra revivir a esta franquicia se discutirá de manera importante su legado. Con respecto a sus corredores, se fue Matt Forte después de muchos años en Chicago. Jeremy Langford tuvo unos buenos juegos el año pasado, pero es distinto a tocar la pelota 20 veces mínimo por partido durante todo el año. Existe la duda si puede tomar ese rol donde Forte destacó por años, siendo uno de los corredores más productivos y versátiles de la liga.

La línea ofensiva tuvo un buen año, pero no es espectacular. La parte interior es bastante buena, pero los tackles ofensivos no destacan para nada. Siguiendo con la ofensiva, lo que más me llama la atención es el talento de los receptores. Está Alshon Jeffery, Kevin White y finalmente Eddie Royal como WR3. El primero es uno de los receptores más subvalorados que debe haber en la liga, pero poca duda hay de su habilidad para estirar la cancha y hacer grandes jugadas. El segundo fue un pick de primera ronda del año pasado, pero se perdió toda la temporada por una lesión. Antes del draft se comparaba mucho a él con Amari Cooper de los Raiders. Si tiene un nivel parecido, será un terror para las defensivas como WR2. Royal viene de un año con muchas lesiones, pero cuando está sano puede dañar mucho como receptor interno del equipo. El problema es que Jeffery está en una disputa contractual que se puede alargar hasta la temporada y más todavía, algo que nunca es bueno, y los otros dos vienen de lesiones. Bueno y está el hecho de que Cutler es su mariscal, por cierto. Pese a todo, esta ofensiva tiene potencial para ser más productiva de lo que muchos piensan por su talento y el bajo perfil que han mantenido.

Fox es un entrenador totalmente defensivo y conservador y, en ese sentido, debe a estar a gusto con los jugadores que sumó en la temporada baja. Primero, se trajo a Jerrell Freeman y Danny Trevathan de los Colts y los Broncos respectivamente. El segundo fue un gran aporte en el equipo campeón del año anterior y será una pieza clave en el medio de la cancha. La línea defensiva tiene más talento de lo pensado con Eddie Goldman y Akiem Hicks. P. McPhee es un mejor jugador de lo que muchos piensan, además que reclutaron a Leonard Floyd para cazar al mariscal contrario. Aun cuando probablemente entre en situaciones de pase solamente, puede ser una buena adición y complemente a Lamar Houston. La secundaria es lo que más deja que desear, especialmente los safetys. Los esquineros juegan bien, pero no están en la elite de la liga. Los profundos seguramente serán explotados durante todo el año. Fuera de esa unidad, esta defensiva puede, sin duda, ser superior al promedio. Tienen buenas piezas, talento y una buena mente defensiva en Fox.

Será otro año más de transición para Chicago que, con John Fox, puede estar a pocos años de competir de manera seria en playoffs. Le ayuda su calendario fuera de división, donde juegan con la AFC Sur que es, a mi gusto, la peor división de la liga y la NFC Este que tiene equipos buenos, pero no espectaculares. El gran problema viene en su división, donde jugarán con Minnesota y Green Bay dos veces con cada uno. Ambos son de los mejores equipos de la conferencia. Pese a lo anterior, creo que los Bears tienen el potencial para ser una de las sorpresas del año. Está por verse cuanto de ese potencial se transforman efectivamente en partidos ganados. O bien puede pasar que Jay Cutler le entregue una temporada más para el olvido a la gente de Chicago.

Detroit Lions

No hay duda cual fue el movimiento más importante de la temporada baja para esta franquicia: el retiro de Calvin Johnson. Megatron dominó por años con doble y triple marca de igual forma. Aunque no estaba en su nivel habitual los últimos años, seguía siendo un factor a considerar por las defensivas en todo momento. Las lesiones terminaron frenando a un fenómeno, por su velocidad y porte, pero es cosa de tiempo, me atrevo a decir que será corto, para verlo en el Salón de la Fama. Para Detroit, una pérdida tremenda después de perder a N. Suh, su mejor jugador defensivo, el año anterior. Es decir, perdieron en dos años seguidos al mejor jugador de cada lado del equipo. No hay como reemplazar a Johnson, pero no hay más opción que seguir adelante.

El año pasado fue blanco y negro para los Lions. Después de perder seis partidos para empezar la temporada y en medio de despidos masivos, se decidió despedir al coordinador ofensivo Joe Lombardi que nunca explotó las fortalezas de Stafford. Después de venir de entrenar a Drew Brees, nunca logró entender la diferencia entre ambos mariscales y todo terminó en su salida del equipo. Jim Caldwell que parecía fuera de la franquicia terminó afirmando su cargo gracias a una segunda mitad donde los Lions terminaron 6-2. Gran parte de eso se debe al cambio que sufrió la ofensiva con el nuevo coordinador Jim Bob Cooter, quien ahora tendrá su primera temporada completa como coordinador y tendrá más tiempo para instalar su sistema.

Para ir al equipo de forma más concreta, partamos por el mariscal. Stafford se vio realmente bien el año pasado con Cooter, por lo que estoy entusiasmado por ver cómo funciona este año. Brazo nunca ha sido su problema, las malas decisiones y falta de técnica si lo han sido. Siempre se ayudó con atrapadas de otro planeta de Calvin Johnson cuando tiraba un pase desesperado ante dos o tres marcadores. Al incentivar rutas rápidas y más precisas de sus receptores, mejoro la efectividad de Stafford y el rendimiento en general de la unidad.

Sin Johnson, Golden Tate pasará a ser el receptor principal del equipo. Este rol le toco mientras estuvo en Seattle, por lo que no sería primera vez. No solo eso, cuando estuvo Megatron lesionado hace dos temporadas le tocó a Tate ser el protagonista e hizo un muy buen trabajo. Marvin Jones viene de Cincinatti donde pasaba desapercibido al lado de AJ Green. Es un WR2 más que competente y hay que ver si se acostumbra a un nuevo sistema donde se incentiva mucho la ejecución y precisión.

Otro año más donde no hay corredores en Detroit. Hay gente esperanzada que Ameer Abdullah explote este año, pero lo veo parecido a Cordarrelle Patterson. Jugadores espectaculares con una gran velocidad, pero con problemas para traspasarlo a la cancha. Tengo dudas de cuanto castigo puede aguantar Abdullah durante una temporada completa. Ciertamente no será la fortaleza del equipo. Cuidado, eso sí, con Theo Riddick atrapando pases del backfield. Puede terminar siendo una alternativa relevante en el juego de pase. Llegando a la línea ofensiva se pone más interesante. Tienen dos jugadores reclutados en primera ronda en ambos extremos de la línea. Tampoco los veo como una fortaleza, probablemente estén dentro del promedio.

A la defensiva pasa algo interesante. Hay algunos grandes nombres, pero la unidad completa deja mucho que desear. Los tackles defensivos dejan mucho que desear. Son muchos, pero ninguno es un jugador, hoy en día, productivo. Ziggy Ansah es un gran presionador y se las arregla para llegar solo al mariscal, pero no tiene mucha ayuda por otro lado. En los linebackers está DeAndre Levy, quien venía de una gran temporada el 2014 solo para perderse toda la temporada anterior. Todavía está por verse si puede retomar su forma, pero es un jugador a tener en cuenta. Al lado suyo, ¿quiénes están? Siga participando. En la secundaria no es muy distinto. Salvo Darius Slay, que se está convirtiendo en uno de los mejores esquineros en la NFC, que no es poco decir, no hay nadie probado en su puesto. Básicamente, estos tres jugadores tendrán que levantar solos a la unidad. Aun así, he visto a defensivas con menos talento rendir muy por sobre su nivel.

Otro equipo que parece en reconstrucción, independiente de que alguien lo quiera admitir o no. Acaban de cambiar a su GM quien tratará de ordenar la casa con unos dueños que el año pasado les faltó echar hasta a los guardias del estadio. Jim Caldwell seguirá como entrenador en jefe al menos por esta temporada. Le dieron el beneficio de la duda por su remontada del equipo en la segunda mitad de la temporada. Si quiere seguir con el trabajo al frente de los Lions, su ofensiva, la especialidad de Caldwell, tendrá que dar un paso adelante y levantar al equipo. No tengo muchas expectativas, ya que nunca he encontrado particularmente bueno a Caldwell y el nuevo GM eventualmente va a querer su propio nombre para dirigir a la franquicia.

Green Bay Packers

Desde que está Ted Thompson, el período de agencia libre podría dejarse en blanco casi todos los años. Salvo el momento donde sumaron a Julius Peppers, los Packers nunca se mueven mucho en la agencia libre en cantidad de movimientos o por hacer mucho ruido. Una de las claves del éxito en los últimos años de Green Bay, además de tener a uno de los mejores mariscales en la actualidad, es la continuidad en el plantel de la franquicia. En este año solamente se fue un titular, el esquinero Casey Hayward, lo que habla bien de la continuidad y del trabajo del GM y los entrenadores en general.

El año pasado la lesión de Jordy Nelson fue mucho peor de lo que todos pensaban. Después de partir 6-0 y posicionarse como favoritos a ganar la conferencia, la ofensiva se derrumbo y nunca tuvo un rendimiento similar al del inicio de la temporada. Incluso, llegó a frenar al equipo y los llevo a ceder la división ante un buen equipo de Minnesota. Los mejores partidos fueron cuando Eddie Lacy volvió a correr como lo hacía antes y le abrió espacio a los receptores que no lograban abrirse.

El peso del ex corredor de Alabama fue un tema esta temporada baja y al parecer logró ponerse en forma. Como póliza de seguro, volvieron a contratar a James Starks que probó la agencia libre y finalmente se quedó en Green Bay. El equipo va a necesitar un ataque terrestre consistente y un ataque más balanceado para ganar más partidos.

Quizás la sorpresa más grande fue el bajo nivel de Aaron Rodgers, para sus estándares claramente, con la lesión de Jordy Nelson. También atribuyeron problemas al coordinador ofensivo que fue relegado de sus funciones de llamar jugadas, tarea que tomo el mismo entrenador Mike McCarthy. Aun así logro mantenerse competitivo o sacar adelante partidos increíbles. Completó dos pases de Hail Mary en una temporada, uno de ellos en la ronda divisional. El marsical todavía es joven, tiene buena precisión, técnica, brazo, movilidad y es probablemente el mariscal más completo de la liga, sin embargo quizás no el más competitivo. Mientras Rodgers esté en Green Bay, los Packers serán contendientes todos los años.

Ayudará a Rodgers la vuelta de Jordy Nelson después de perderse toda la temporada anterior con una rotura de ligamento. No cabe duda el impacto que tuvo su ausencia en la ofensiva, pero la duda es cuanto se demorará Nelson en volver a su nivel habitual. Cuando está al 100%, Nelson es uno de los cinco mejores receptores de la liga. Tiene una de las manos más confiables, una tremenda capacidad para estirar la cancha, precisión para correr sus rutas y una excelente comprensión del sistema junto a una química con Rodgers. Con la vuelta de Nelson, Randall Cobb volverá a su puesto habitual donde se verá más cómodo y podrá ser un jugador de mayor impacto que el año anterior donde no fue muy trascendente.

Una adición importante a la ofensiva fue la contratación del ala cerrada Jared Cook, quien es el mejor en la posición que tiene desde Jermichael Finley. El ex jugador de los Rams nunca ha tenido mariscales de elite en su carrera, por lo que este año podría ser una sorpresa si se gana la confianza de Rodgers y logra estar abierto. La línea ofensiva de los Packers es, de forma silenciosa, una muy buena unidad y probablemente de las mejores de la liga. El problema no corre por este lado, ya que con la vuelta de Nelson pueden volver a hacer lo que acostumbran de manera efectiva.

Dom Capers, el coordinador defensivo del equipo, ha sido un chivo expiatorio por años de los problemas del equipo. Que no sabe leer los partidos, manda malas jugadas, entre otros. Sin embargo, las últimas dos temporadas no han terminado por culpa de él o la defensiva. De hecho, se puede decir que en varios momentos la defensiva cargaba a una irreconocible ofensiva el año anterior donde nada les salía. Hace dos años perdieron un partido donde interceptaron cuatro veces a Russell Wilson. El año pasado mantuvo durante 60 minutos en 20 puntos al equipo contrario, de visita y ante una de las mejores ofensivas de la liga en los Cardinals con David Johnson, Carson Larry Fitzgerald, entre otros.

Julius Peppers parece no envejecer nunca y siempre logra imponer respeto o atención de los equipos contrarios. Después de años jugando en otra posición, Clay Matthews va a volver a jugar al lado externo que es donde siempre se ha sentido cómodo. De igual forma se las arregló para llegar al mariscal más de alguna vez. Parece una eternidad la temporada donde ganaron el Super Bowl, donde Matthews a veces tomaba control del partido solo. Quizás una de las posiciones más débiles es la de linebacker interno, donde no han logrado instalar a un especialista en bastante tiempo.

Para competir por el título este año, tanto Datone Jones como Mike Neal tienen que dar el salto y producir. La secundaria es, para variar en Green Bay, una unidad muy talentosa y poco valorada. Sam Shields debe ser uno de los esquineros que menos atención reciben y la dupla Burnett – Clinton Dix debe ser de las buenas como profundos en la liga.

Mis principales dudas no van en el equipo o la calidad de los jugadores. Después de ganar un Super Bowl y consolidarse como uno de los mejores entrenadores de la liga, veo ya por años que a los Packers y McCarthy les falta colmillo o sangre fría. En la final de la AFC hace dos años colapsaron de forma histórica contra Seattle cuando tenían el partido controlado. Varias de las cosas que pasaron en ese partido son difíciles de creer y en gran parte atribuibles a los entrenadores. Desde años que los Packers han tenido problemas y han sido eliminados por equipos físicamente fuertes y dominantes. Los 49ers de Jim Harbaugh en más de una ocasión, los Seahawks, Cardinals y además están ahora los Panthers. Para volver el título este año, lo más probable es que tengan que pasar por al menos dos de ellos hacia la final. A Bill Belichik siempre le ha gustado en sus jugadores lo que él llama “mentally tough”. Es hora de apretar los dientes para Green Bay y superar a esos equipos.

 

 

Minnesota Vikings

            Cuantos dueños, GM y fanáticos deben lamentarse por todo el tiempo que dejaron pasar a Mike Zimmer. Después de tener distintos tipos de puestos como entrenador a la defensiva, en tres equipos y ser coordinador defensivo de los Bengals por mucho tiempo, finalmente tuvo su oportunidad hace dos años. Sin embargo, esta fue su primera oportunidad de competir de igual a igual. En su primer año, el escándalo de Adrian Peterson, que lo marginó casi toda la temporada, dejó al equipo sin su mejor jugador. Aun así, logró que ganaran siete partidos. Algo que algunas franquicias no logran hace años.

El año pasado Zimmer pasó su prueba ganando la división de manera inesperada, pero convincente. Para hacerlo, tuvo que ganarle a Green Bay en Lambeau Field en la última semana. En playoffs, perdieron uno de los juegos más fríos y de la manera más increíble con la patada fallada de Blair Walsh.

La gran movida de esta temporada para los Vikings fue la contratación de dos linieros ofensivos de calidad. Alex Boone fue un excelente guardia en sus años con los 49ers y Andre Smith fue un muy buen jugador durante sus años en Cincinnati, pese a que las lesiones no lo dejaron jugar varios partidos. Matt Kalil ha sido una decepción, en general, durante sus años en Minnesota y si esta línea quiere ser de las mejores de la liga tendrá que dar un salto importante. Obviamente no se puede olvidar al jugador a quien bloquean principalmente, Adrian Peterson. Creo que hay poca duda de que es el mejor corredor de la liga en los últimos años y hoy. Fue el líder corredor el año pasado de la temporada y uno de los factores para que ganaran la división. Su actuación en playoffs fue, lamentablemente, terrible.

Es cierto que ese partido estaba para que nadie brillara salvo los pateadores, por algo terminó 12-10, pero se espera más de alguien que pretende ser el mejor de la historia. No solo eso, tuvo un balón suelto que terminó inclinando el marcador final a favor de Seattle cuando no tenía por dónde. Peterson tiene un historial de fumbles en playoffs y simplemente no puede un jugador de ese calibre cometer esos errores.

Si los Vikings quieren competir por el título, van a necesitar un poco más de Teddy Bridgewater. No le piden mucho, ya que la ofensiva pasa mucho por tierra, pero llegó la hora de ponerse el equipo al hombro cuando más cuenta. En la ronda de comodines el año pasado, cruzó la cancha contra una gran defensiva de Seattle para poner a su equipo en posición de ganar con pases precisos bajo mucha presión (por ejemplo, el último pase a Kyle Rudolph). Mike Wallace se fue, lo que es bueno para este equipo, y reclutaron a Treadwell. No tendrá la presión de ser el receptor principal, lo que ayudará en su desarrollo al no ver a los mejores esquineros. Stefon Diggs pasará a tomar el rol dejado por Mike Wallace. El jugador de segundo año tuvo una temporada sorpresiva, especialmente porque fue tomado en la quinta ronda. Tuvo 4 partidos donde promedió más de 100 yardas y luego fue desapareciendo de a poco, pero mucho de eso se debe a que la ofensiva no se orienta por el juego aéreo. Al menos este año Bridgewater tendrá las armas si se agrega al ala cerrada Kyle Rudolph.

La gran razón para que los Vikings ganaran su división, con una ofensiva poco explosiva y de pocos puntos, fue una defensiva dominante. En el juego divisional, no tuvieron nada que envidiarle a la de Seattle que es considerada por muchos como la mejor defensiva de la liga.

Linval Joseph debe ser de los mejores tackles defensivos de la liga sin duda, lo que no es difícil de creer al ver su juego el año pasado. Sharrif Floyd es un buen compañero en la línea y Everson Griffen es un buen ala defensiva. Anthony Barr se está convirtiendo de a poco en una estrella en la mitad del campo y junto a Eric Kendricks forman una gran dupla. En la posición de esquinero tienen una profundidad envidiable con Rhodes, Newman, Waynes y Munnerlyn. De los profundos, tomaron la excelente decisión de extender el contrato de Harrison Smith. Este es uno de mis profundos preferidos por la intensidad con que juega, su gran visión de cancha y golpes duros.

Pasa que, al ver la defensiva de Minnesota, uno se puede engañar por la falta de nombres llamativos. En gran medida es así, puede ser que haya jugadores que no serían titulares en otros lados. Sin embargo, hay una razón por la que esta defensiva juega como una de las mejores y es por Mike Zimmer. Una mente defensiva privilegiada, un hombre por quien sus jugadores lo dan todo y logra sacar el máximo de ellos.

Pese a competir de igual a igual con los mejores de la liga y ganar su división, los Vikings siguen sin recibir el respeto que merecen. Está por verse como se recuperan de una derrota muy dolorosa ante Seattle, pero creo que Zimmer es muy bueno para que eso lo frene. Espero que le dé una competencia importante a Green Bay nuevamente como el mejor de la división.

 

 

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